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Champions League

Kane despierta al bello durmiente

El Tottenham encajó dos goles en los primeros nueve minutos, pero una Juventus tremendamente conservadora no aprovechó semejante ventaja, que los londinenses acabaron enjugando más tarde.


JUVENTUS 2

TOTTENHAM 2


Harry Kane, el máximo goleador continental, despertó a un Tottenham que salió dormido al Juventus Stadium, encajando dos goles en apenas nueve minutos, un inicio que hubiese sido idílico en otros tiempos para los anfitriones, pero que ayer, paradójicamente, les acabó condenando por su excesivo conservadurismo. El duelo entre transalpinos e ingleses fue de esos que gustan al público, pero muy poco a los técnicos.

Plagado de numerosos errores en defensa, sobre todo por parte londinense, de ida y vuelta y, en muchas fases, descontrolado, el envite tuvo de todo: dos penaltis –uno transformado y otro errado, ambos por Higuaín–, un gol en fuera de juego del propio Pipita, y emoción, mucha emoción. Será Wembley el escenario que determinará la resolución de esta eliminatoria y nunca se puede dar por muerta a la Juventus, pero el Tottenham demostró tener mucho empaque y carácter en el encuentro de ayer.

No solo porque consiguió reponerse con increíble facilidad de dos mazazos casi consecutivos, sino porque demostró que en su once hay la suficiente calidad como para generar un fútbol vertical, preciso y con el necesario mordiente como para desbordar al rival. El manejo del centro del campo que ejercieron Mousa Dembèlè y Eriksen –ambos desplegaron todas sus cualidades– fue como para que Allegri esté preocupado por lo que le pueda ocurrir a los suyos dentro de dos semanas.

Del cielo al infierno

Y es que la Vecchia Signora pasó de verse tocando con los dedos los cuartos de final de la máxima competición continental a aguantar los silbidos de su afición, bastante descontenta con lo que vio de su equipo, sobre todo en la primera mitad. Sí estuvo bastante más incisivo el cuadro turinés tras el descanso, al que pudo llegar, muy al estilo catenaccio, con una nueva diferencia doble, si su ariete no hubiese marrado la segunda pena máxima del choque.

Sin duda, no hubiera hecho justicia a lo que se vivió sobre el césped, con un Tottenham que gana muchos enteros para ser tenido en cuenta en la carrera hacia el título, si bien deberá mejorar notablemente en sus prestaciones defensivas, incluso para salvar la presente fase. Cualquier otro adversario no habría dejado caer en saco roto los regalos que obsequió.

Por no ser, ayer entre los anfitriones tampoco lo fue uno de sus buques insignia, el guardameta Gianluigi Buffon, que se tragó por su palo la falta que botó con mucha astucia un Eriksen, cuya diana puso la guinda al soberbio encuentro que el danés firmó en el estadio de los bianconeri.