Los peores presagios parecen cumplirse con demasiada frecuencia. La lucha entre los canales del duopolio para mantener su hegemonía de audiencias les lleva a marcajes, omisiones, desprecio para su queridísimo público, de tal manera que acaban de ser multadas por su obsesión. En estos casos se trata de estadísticas, pero es parangonable a la pelea que el original y su copia, PP y Cs, están llevando ahora a partir de encuestas. Antes una encuesta reflejaba un estado de opinión. Ahora las encuestas crean ese estado de opinión. Son instrumentos de propaganda y de oposición. Un fenómeno que tiene mucho que ver con el Big Data. Ya me explicaré en otra ocasión.

El escándalo de Oxfam Intermon viene a confirmar la fatalidad de que las ONGs superan todas las sospechas. Las orgías sexuales en Haití parecen inverosímiles por lo que tienen de atentado a todas las medidas éticas, pero resulta que forman parte de una nueva manera de colonización o de racismo: los cuerpos de mujeres jóvenes negras son objeto del deseo de estos hijos de puta blancos que llevan chalecos institucionales. Probablemente en estas organizaciones hay cientos de colaboradores auténticos, que se dejan el tiempo, la vida, que generan campos de solidaridad verdaderos. Pero al final, mueven mucho dinero. Y es dinero multicolor. Y en las cúpulas aparecen estos seres abyectos. En estos casos y en los de corrupción.

Si a la banda de M. Rajoy les dejas gobernar con el 155 harán todo lo posible por desmontar el autogobierno de Catalunya, se cargarán, como hizo su querido Franco, el catalán en la escuela, lo ahogarán económicamente y a los mil escritores de Zoido se les dictarán informes intoxicadores e inquisidores para implicar sin pruebas a todo el que se mueva con lazo amarillo. Esta fatalidad tiene solución republicana.