Turquía compagina los bombardeos con la limpieza étnica en Afrin

El Ejército turco anunció el cierre del cerco sobre Afrin, donde cientos de miles de personas temen ser víctimas de los bombardeos y el asedio. A la vez, las fuerzas kurdas denunciaron la limpieza étnica que lleva a cabo Ankara en el territorio ocupado.

Las fuerzas armadas turcas y los grupos armados sirios aliados han completado el cerco a la ciudad kurda de Afrin, en el norte de Siria, lo que aumenta las probabilidades de otro devastador asedio. El Ejército turco anunció que «la ciudad de Afrin está rodeada desde el 12 de marzo» Unas 700.000 personas están asediadas en el enclave, 350.000 de ellas en la ciudad, objetivo de la invasión lanzada el 20 de enero por Turquía, con el beneplácito de Rusia y el silencio del resto de potencias implicadas en la guerra siria.

Las bombas de la aviación turca cayeron ayer también sobre el área urbana de Afrin y el Observatorio Sirio de Derechos Humanos denunció que las fuerzas turcas tuvieron como blanco a civiles que intentaban huir de la zona para dirigirse a los pueblos de Nubul y Zahrá, bajo control de los efectivos gubernamentales sirios y adonde han llegado en los últimos días 16.000 desplazados originarios de Afrin.

Además, la milicia kurdo-árabe de las Fuerzas Democráticas Sirias, acusó a las fuerzas turcas de estar llevando a cabo una campaña de limpieza étnica a través de un cambio demográfico en la región. «El Gobierno turco está asentando a familias árabes y turcomanas en las aldeas de Afrin que ha ocupado tras obligar a su población a irse y está distribuyendo las pertenencias de la población entre los nuevos colonos», denunció.

Mientras, las autoridades de Afrin intentan hacerse cargo de los cientos de personas que han huido de las zonas ocupadas o atacadas por las fuerzas turcas. En cada vivienda viven ahora dos o tres familias y hay problemas de suministro de agua desde que las tropas de Ankara atacaran la presa de Meydanke. «¿Por qué todo el mundo calla?», clamaba Hemide Ana, que ahora vive con otras dos familias en una tienda vacía en Afrin. «Nuestra casa ha sido reducida a ruinas. ¿El mundo no tiene nada que decir de esta crueldad?», añade.

Turquía no ha perdido de vista el resto de cantones kurdos y el ministro de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, aseguró que coordinará con EEUU la salida de las milicias kurdas de las YPG de Minbej, donde Washington cuenta con tropas.

Comienza la evacuación de heridos en Ghuta

Mujeres llevando a niños pequeños, hombres cojeando con muletas y un anciano con silla de ruedas avanzando entre un grupo de militares sirios eran el primer grupo de los más de cien civiles heridos y enfermos que fueron evacuados ayer de Ghuta Oriental, la región controlada por fuerzas rebeldes y asediada por las fuerzas de Bashar al Assad. El grupo rebelde Jaish al Islam alcanzó un acuerdo con Rusia para evacuar a las personas heridas, pero afirmó que seguirá combatiendo en Ghuta hasta el final. La ONU reclama la evacuación de unas 1.000 personas que necesitan tratamiento médico urgente. A la vez, el Ejército sirio evacuó a unos 300 de milicianos rebeldes del grupo salafista Ajnad al Sha y sus familias de Al Qadam, otro reducto opositor al sur de Damasco, y fueron trasladados a la provincia de Idleb, bajo control rebelde. El acuerdo de evacuación fue gestionado por la milicia chií de Hizbulah. Parte de Al Qadam limita con barrios bajo control del ISIS, que inmediatamente inició una ofensiva para tomar el barrio evacuado.GARA