Raimundo Fitero
DE REOJO

Insistencia

A veces veo a Cárdenas en La 1 y siento un pálpito venoso. Es insufrible, pero hace bien la dirección de esa cadena al servicio de la banda de M. Rajoy en mantenerlo en la parrilla. No se puede ser más casposo, más pelotillero, más vientre agradecido. Y más cretino. La insistencia en crear bandas tóxicas televisivas es un plan muy estudiado. Pero esa misma banda directiva no ha tardado ni una semana en defenestrar un programa de humor, relativamente anticuado, de nombre “Dicho y Hecho”, que comandaban Anabel Alonso y José Corbacho y que se estrenó el pasado viernes con un vergonzante cinco como cinco por ciento de audiencia. Casi superado por la película de La 2. Lo pasan al late night, es decir, lo meten en cuidados intensivos para dejarlo morir lentamente.

Ya no basta con las caras de siempre y los chistes de casi siempre. Hace falta algo más que unos guiones planos y fiados a la personalidad de los conductores. Hoy se hace una televisión de entretenimiento mucho más aguerrida, con cómicos mucho más dispuestos a crear estados de provocación inteligente y a rozar algunas barreras mentales y hasta morales. Falta decisión en este nuevo programa. Se confiaron. No está claro la evolución de las audiencias que cada día son más infieles. Hay que considerar que esta insistencia en pensar que hay un público cautivo en la primera estatal puede empezar a ser un error garrafal, técnico, profesional y político. La tecnología ayuda a la fragmentación de audiencias.

José María Iñigo no va a ser este año la voz de TVE en Eurovisión. Otra decisión que habrá que analizar a la luz de los intereses de la industria musical. El concurso es vetusto, los presentadores in-situ de los últimos tiempos eran coetáneos del principio de este evento televisivo. ¿Por qué cambiar ahora? Para animar el cotarro previamente.