MAR. 29 2018 DE REOJO Escondida Raimundo Fitero No es bueno para la salud mental, pero en aras a una cierta tendencia de viejo narrador de las realidades televisadas, tengo a bien pasearme diariamente por TV3, ETB, La Sexta y en ocasiones un vistazo ritual por la primera estatal, Antena3 y Telecinco. Hay demasiadas contradicciones en el relato (la próxima vez que escriba esta palabra multifunción me pasearé de rodillas por mi salón de estar durante siete minutos) de cada parte. ¿O debería escribir cada trinchera? Hay una verdad escondida en cada titular. Y una mentira explícita en cada subtítulo. Y un mar de contaminaciones en cada declaración y ningún análisis en las opiniones. En la televisión catalana dicen que Puigdemont no está detenido en una prisión, sino que está custodiado en un edificio que tiene toda la pinta de ser una prisión desde que se inauguró a principios del siglo pasado. En una trinchera se asegura que la extradición, la entrada en prisión en algún lugar de La Mancha que todos podemos recordar es inminente. Pero un abogado de los cargos electos exiliados da esperanzas muy claras y lo hace en un programa de La Sexta que ha cambiado de conductora. Por cierto, cada vez aparecen más periodistas y tertulianas de medios de comunicación catalanes. Eso es un magnífico síntoma. La propia sesión del Parlament es un foco de noticias contrapuestas. No se ponen de acuerdo ni en lo mecánico. ¿Son resoluciones simbólicas, retóricas, de pose o tienen al menos un valor político transaccional? En este espectáculo televisado hay muchos cambios de eje narrativo. Muchas subtramas. Acaban de detener a los dos mossos que acompañaban a Puigdemont. Sigue siendo el último Molt Honorable President de la Generalitat y seguro que tiene derecho a escolta. Me atrevo a asegurar que no hemos pasado de la mitad del primer acto.