Raimundo Fitero
DE REOJO

Melancolía

Debe ser una tarea de orfebrería social y sicológica modelar a individuos con escasa presencia pública para convertirlos a base de técnicas, esfuerzos y consignas en titulares de alguna portavocía, sea de organizaciones sociales culturales, políticas, económicas o deportivas. Hay cargos en los organigramas que llevan de manera directa a cumplir con esa labor. Así nos va. Así está el mundo de la información y de la comunicación. Así vivimos a base de memes y memeces. Y en asuntos de política partidista relacionado con Catalunya, estamos en cotas inusitadas de incompetencia, oportunismo e ignorancia. Escuché al señor Ábalos, que representa a la parte del partido zombi que parece controlar Pedro Sánchez, decir que una propuesta en el Parlament del señor Domenech de los comunes, le parecía que producía melancolía. Se puede opinar sobre cualquier propuesta, calificarla de buena, mala, oportunista, inapropiada, sin fundamento aritmético, pero acusarla de producir melancolía, exactamente melancolía, me hace pensar que los forofos del 155 están sufriendo desgarros léxicos sobre todo en los recién llegados a la primera fila mediática.

Un govern de concentración como pidió en la misma sesión Iceta, más o menos del mismo partido que Ábalos, es muy parecido a un govern compuesto por personalidades sin vinculación partidaria. En el primer caso Iceta puede tocar poder y en la segunda no. Yo digo que mientras maduro mi opinión sobre la posible reunión de las dos Coreas urdida en Pekín, estoy empezando a cansarme de ocurrencias. Asumo que nada de lo que me cuentan es verdad. Que ni siquiera es mentira, es otra cosa, pero no soy capaz de identificar esa cosa. Desde luego no es melancolía, porque me llega en otras fechas. Ahora tengo astenia producida por tanto politicucho de tercera.