Pablo CABEZA
BILBO

Francis: «Hoy en día, solo te puedes fiar de las mujeres y los jubilados»

Fue una frase espontánea de Francis Díez, vocalista de Doctor Deseo, hablando del actual estado de la sociedad, y donde aseveraba, de paso, que el movimiento feminista les había «marcado» a lo largo de su vida, así como otras sensibilidades, como la relatada en «El cuento de la botella». Son reflexiones habitadas en un cuarto de Kafe Antzokia abarrotado para asistir a la presentación de «La fuerza de la fragilidad. Palabras ante el espejo», su nuevo disco.

Es la presentación de “La fuerza de la fragilidad. Palabras ante el espejo” (Baga Biga), nuevo disco de Doctor Deseo que recoge un libreto de casi doscientas páginas con todas sus letras, ocho canciones nuevas y un deuvedé con tres canciones grabadas con la OSE bajo la dirección de Fernando Velázquez. Una posibilidad abierta por diversas colaboraciones que han permitido que “Una mirada distinta”, “Cuánto frío hace en Saturno” y “Corazón de tango” tengan sus correspondientes arreglos orquestados. “Una mirada distinta” es uno de los temas más excelsos que Deseo haya escrito. Y si ya en el original contaba con arreglos de cuerda impecables, sinfónicos, propios de una gran película, esta revisión confirma su valía y potencial.

«Este disco surge desde la muerte de un ser querido y de ahí parte la canción ‘Adiós’», apunta con urgencia Francis Díez nada más comenzar la presentación ayer en Kafe Antzokia de Bilbo. Vocal, letrista y compositor que pasa por el trance emocional de padecer la muerte de un ser muy cercano, una situación dolorosa aliviada, en lo posible, por una de las mejores canciones que haya compuesto.

En este caso, y como ya ocurriera con otro de los temas tótem del grupo, “Abrázame” –dedicada a un amigo músico fallecido–, Aiora Renteria (Zea Mays) se encarga de marcar el contrapunto de la encordada voz de Francis entre un texto, que, unido a la inspirada creación musical, conmueve todas las articulaciones, muelles y tornillos que van sujetando los cuerpos que el tiempo a erguido y retorcido a lo largo de los escalones del tiempo. «Susurrándole al silencio, abrazados a ti, dejaste de respirar. El niño que miraba por tus ojos, dibujando el mundo a tu lado. Las guerras, las heridas... Para un día, ante el espejo, saber que me parezco a ti. Tras el último horizonte todo se desvanece en la noche del olvido (...)» Aiora Renteria, frente a un saxo extremadamente cálido a cargo de Joe González, entre arreglos de una calidad emocional extrema, canta translúcida junto a Francis: ”Ojalá solo fuera descansar. Somos río, somos mar, quizá polvo enamorado. Asustados y pequeños, buscando luces en la noche, fuerza en la fragilidad. Adiós, muchas gracias, adiós. Te quiero, estás dentro de mí. Lágrimas compartidas acarician el dolor de estar vivo”. Difícil superar cualquier aspecto de este “Adiós” y no llevarse de regalo tres minutos de eternidad.

No sabemos si por no cebarse más en ese recuerdo, de forma abrupta Francis le pasa el micro a Igor Ahedo, profesor de Ciencias Políticas en la UPV-EHU, quien ha realizado el prólogo del libro y quien aún no estaba ni en la mesa. Apresurado se acerca: «Cuando Francis me lo propuso me hizo mucha ilusión porque la política está tanto en los pequeños detalles como en los grandes, pero en ocasiones es importante fijarse en los pequeños que son profundamente políticos y las letras de Doctor Deseo son eso. Es que además, ‘La fuerza de la fragilidad’, encaja en el debate de cómo encarar los retos a los que nos enfrentamos como especie y planeta en el futuro porque si algo nos enseña la teoría evolutiva es que si hemos llegado a dominar el planeta es como resultado de ser los animales más torpes de la Tierra. Fue precisamente esa fragilidad de los seres humanos, que no eran buenos ni para correr, nadar, volar, agarrase a las lianas..., lo que posibilitó que fuésemos un poco malos para todo. Y eso es lo bonito, que siendo frágiles podemos alcanzar nuestros deseos (...) Solo hace falta soñar... y atreverse para convertir en fuerza nuestra fragilidad (...) Los discos de Doctor Deseo la glosan y creo que en nuestro mundo debemos significar la fuerza que tienen las fragilidades, porque estas pueden doblegar la fuerza del poder».

Francis: «De la muerte de un ser querido surge una frase: ‘Asustados y pequeños buscando luces en la noche, fuerza en la fragilidad’. Esto no es un lamento, sino extraer de aquí la fuerza, de este ser pequeñas personas asustadas y convertirnos en seres solidarios, empáticos. El ocultar quiénes somos, personas frágiles, pequeñas, ha generado monstruos desde la bestialidad del poder, el macho dominante capaz de cualquier barbaridad. De aquí surgen nuestras letras, una celebración de la vida aunque sea una mierda. Los que no tenemos un relato ni de cielos ni de reencarnaciones solo poseemos la vida. Y hemos querido celebrarla con el baile que propone cada tema».

“Adiós” es un vals que se baila entre dos. Y el resto es el resultado de un trabajo luminoso que se mueve entre bases rítmicas tan ochenteras como actuales, poderosos estribillos y una lucha vital entre teclados-sintetizadores y guitarra. Incluso con un piano desolador en la paralizante y esperanzadora “Alfarera de sueños”. Quedan, entre otras, viguerías como “Por la madriguera del conejo blanco”, “Pequeños héroes” o “Sigo bailando”, sonido Madchester.