Utah y Oklahoma se retan al amanecer

Utah Jazz y Houston Rockets rozan la clasificación para las Semifinales de la Conferencia Oeste, al adelantarse por 3-1 en sus respectivas eliminatorias frente a Oklahoma City Thunder y Minnesota Timberwolves. Mientras que los texanos se vieron propulsados por los 36 puntos de James Harden, un novato de nombre Donovan Mitchell marcó la diferencia a favor de los Utah Jazz: 33 puntos y 7 rebotes para ganar por 113-96 en un partido duro y bronco ante los Thunder.

Y es que hubo técnicas y conatos de pelea a tutiplén, hasta una expulsión para la franquicia Mormona: Jae Crowder, por meterse en una refriega contra Russell Westbrook –muy cargado de faltas– después de que este parase una contra de Mitchell con una dura falta.

Pero también hubo baloncesto, y del bueno. Paul George lideró a los Thunder con 32 puntos –el «reverso tenebroso» fue para Carmelo Anthony, muy desacertado y superado en defensa–, pero en Utah el juego fluyó de las manos de Mitchell, Joe Ingles y Ricky Rubio. El del Masnou tuvo un día aciago en el tiro, pero hizo jugar a sus compañeros, al punto que hasta seis jugadores anotaron 10 puntos o más –todo el quinteto titular, 13 tantos o más–. De paso, hasta seis jugadores repartieron asistencias, para sumar un total de 21, por 10 de los Thunder.

Con 1-3 en su serie, OKC está al borde del precipicio, pero viendo su carácter peleón, no caerá sin luchar. Y en su casa, Westbrook no verá que le piten cinco personales.

50 puntos en un cuarto

Un parcial de ¡20-50! dio el triunfo a los Houston Rockets en Minnesota. Hasta el 100-119 final fue puro maquillaje, después de que James Harden reventara el partido en el tercer período. «La Barba» anotó 22 puntos tras el descanso, firmando un 7 de 10 en tiros de campo, para irse a los 36 al final.

La marca de los Rockets es la segunda más grande de anotación en un cuarto en play offs. Solo los Lakers, en 1962, anotaron más.

Los Wolves jugaron dignamente, llegando al descanso cayendo 47-50, gracias a una gran versión de Derrick Rose y Karl-Anthony Towns. Pero la explosión anotadora de Houston fue demasiado.