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Derbi en Anoeta

Una alegría, por favor

Ziganda reconoce que ganar en Anoeta, con lo que un derbi significa, sería una de las pocas satisfacciones que llevarse a la boca.


Este Athletic es el segundo equipo de la Liga que más puntos ha perdido con respecto a la temporada anterior con las mismas jornadas disputadas, 19; la Real es el quinto, con 15. En el caso de los primeros es la mayor caída de puntos de un año al siguiente en la historia del Athletic, en una jornada 34. Con semejantes credenciales se ven las caras en Anoeta –y menos mal, pensarán en el Botxo, que no es en San Mamés– en un duelo descafeinado, y mediatizado por el regreso de Iñigo Martínez a la que fue su casa y, aquí en Bilbo, por ese tuit nada afortunado que el club rojiblanco subió el jueves aludiendo a dos goles de Iraola allí el año en que los realistas descendieron a Segunda y que fue retirado ayer, más tarde que pronto. Anécdotas de dudoso gusto al margen, la cuestión es que entre tuits, billetes con la cara del central de Ondarroa y demás salsas típicas de un derbi de vecinos que al menos se soportan, lo que ambas plantillas anhelan es una victoria que engañe el estómago de una afición hambrienta de algo que llevarse a la boca aunque sea a costa del de al lado.

A este lado, uno podría agarrarse al hecho de que el Athletic ha puntuado en sus últimas tres visitas al feudo donostiarra, dato nada baladí si tenemos en cuenta que la última vez que se rascó algo en cuatro años seguidos un servidor ni había nacido y eso que va para el medio siglo. Pero si a un asidero se aferra la parroquia bilbaina es a la mejor imagen que su equipo está dando lejos de San Mamés, y eso ya es motivo suficiente para creer.

El Athletic se está encontrando más cómodo ante rivales que llevan la iniciativa, que tratan de dominarle, y en ese aspecto no cabe duda de que la Real será la que lleve el ritmo del duelo, se haga con el esférico y trate de inclinar el campo hacia la meta de Kepa. El Athletic apostará por su presión alta y tratará de sacar rédito a los desmarques y la velocidad de Williams en ataque. «Esperemos que tenga una buena tarde», confió Kuko Ziganda, que descartó la convocatoria de Aduriz al que se esperará para el día del Betis. Nueva oportunidad para el ‘11’ rojiblanco como hombre más adelantado en un campo en el que ya anotó el año pasado.

Un derbi que estará marcado de manera inevitable por la presencia en las filas visitantes de Iñigo Martínez, en defensa del cual salió su entrenador convencido de que «Iñigo ya se crecía en San Mamés cuando venía –que se lo digan a Aduriz–, seguro que cuando vaya allí hará lo mismo». En el fondo, reiteró el entrenador navarro, «Iñigo ha venido al equipo del que era de pequeño, no es algo antinatural. Entiendo que se sientan dolidos pero esto es tirar hacia adelante. Está donde quiere estar y estamos encantados con él. Es una polémica natural». A juicio de quien ya sabe lo que es jugar unos cuantos de estos choques, «el ambiente es el que es, independientemente de las redes sociales, siempre hay el clásico pique y todo se acentúa. Pero en el campo lo que hay es una rivalidad deportiva y dura que no pasa de ahí».

No se esperan cambios en el once

Con poco premio en cuanto a la clasificación salvo tratar de acabar por delante del vecino, con los alicientes externos de un derbi Athletic-Real, lo principal que ponen en liza ambos contendientes es darse esa satisfacción de ganar al otro en un curso en el que han ido de la mano para lo malo. El propio Ziganda lo reconoció ayer hasta por dos veces. «Trataremos de darnos una de las pocas alegrías que nos hemos dado este año», asumió el navarro lo evidente. Salir derrotados no haría sino ahondar un poco más en la desazón que arrastra, en este caso, el entorno rojiblanco. Sacar los tres puntos permitiría sobrellevar una semana antes de volver a tragar saliva cara a esa visita de la revelación Betis.

En el cuadro bilbaino no se esperan cambios y cabría pensar que Ziganda repetirá columna vertebral, a la espera de ver si en algún partido se decide por dar la titularidad a Muniain. La convocatoria la forman los mismos que la pasada jornada, nueva oportunidad para ese once más o menos estable con el que ha dado el entrenador, pero que sigue dando una de cal y otra de arena, según juegue en casa o fuera. Toca hacerlo a domicilio, lo que invita al optimismo. Lo que sea por darse una alegría.

 

El gran capitán Puyol recibirá ante el Betis el cuarto «One Club Player»

Un lujo el nuevo ‘One Club Player’ que otorga el club, anunciado ayer y que recibirá entrega de dicho galardón el próximo día 5 de mayo ante el Betis. Nada menos que Carles Puyol, que sucede a los Mat Letissier, Paolo Maldini y Sepp Maier. Nada menos que 593 partidos con el Barcelona, 21 títulos en su palmarés, además de un Mundial y una Eurocopa. Se especulaba con la posibilidad de Francesco Totti, pero el que fuera gran capitán azulgrana es el que reciba este galardón. J.V.