Anjel Ordoñez
Periodista
JO PUNTUA

Se repite la historia

Se cumplen 32 años del desastre de Chernobyl. Han pasado más de tres décadas desde que reventara el reactor nuclear número cuatro de la central nuclear, lanzando de forma inmediata a la atmósfera una nube de lluvia radiactiva que superó varios centenares de veces las emisiones de las bombas atómicas lanzadas por Estados Unidos sobre las poblaciones civiles de Hiroshima y Nagasaki. Una nube que en ese momento amenazó la vida de millones de personas y cuyas consecuencias medioambientales todavía están sin evaluar.

Puede que nunca se sepa, pero una peculiar línea de investigación especula con la posibilidad de que la planta sirviese para generar plutonio destinado a fines militares, en el contexto de la Guerra Fría, y que la explosión se debió a la inoculación de un virus informático en los sistemas de la central nuclear por parte de la CIA. Como en «Misión imposible». O puede que, simplemente, fallaran los sistemas de control que pretenden controlar lo incontrolable: un tipo de energía mortífera que ha creado el hombre para destruir al hombre y, lo que es peor, al resto de seres vivientes.

Han pasado treinta años y las plantas atómicas siguen diseminadas por el mundo. En 2011 la historia se repitió en Fukushima, donde, como en Chernobyl, se alcanzó el nivel 7 en la Escala Internacional de Accidentes Nucleares. Parece que, como en un bucle macabro, estamos condenados a repetir los errores del pasado.

Cambiando de tema. El PNV anunció la semana pasada que finalmente apoyará los presupuestos generales del PP, a cambio de que el partido de Mariano Rajoy suba las pensiones. Lo han vuelto a hacer. Rescatar del abismo a una derecha hundida por el peso de sus propias miserias, a cambio del incuestionable rédito político que supone para los de Sabin Etxea aparecer como valedores de un colectivo de jubilados que, por cierto, está dando ejemplo con su alto nivel de movilización. Eso sí, lo ha hecho obviando su compromiso de no negociar con los golpistas del 155.

No se puede tener todo, y si hay que elegir...