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Recuerda los calderetes de la Txantrea


Este pasado fin de semana tuvieron lugar en las fiestas de la Txantrea sus famosos calderetes. Finalmente el tiempo respetó la celebración popular y el agua no hizo acto de presencia, al contrario de lo que ocurrió en 2010, cuando el Ayuntamiento de Iruñea recurrió precisamente al líquido elemento para forzar el traslado de su ubicación.

La entonces alcaldesa de Iruñea, Yolanda Barcina, no tuvo empacho en despilfarrar 20.000 litros de agua para dejar la zona de Alemanes como un lodazal y así impedir que se celebraran los calderetes en su espacio habitual.

Pero en un alarde de ingenio, los vecinos le dieron la vuelta a la situación al enfundarse neoprenos, bikinis y trajes de baño bajo el eslogan «Gracias, Barcina, nos mola tu piscina». Y disfrutaron de los calderetes pese a las trabas que UPN les ponía desde sus poltronas.

Ocho años después, todavía genera escándalo la mala baba de la alcaldesa en su afán por impedir la celebración de un acto popular. Y me ha parecido muy oportuno sacarlo a colación para hacer una comparativa con el actual Ayuntamiento del cambio y su apoyo a este tipo de eventos.

Cuando ya se está afrontando la recta final de la legislatura, seguramente no faltarán voces que se quejarán de que esperaban más del cambio. Pero a un año de la cita con las urnas conviene hacer un necesario ejercicio de memoria y recordar de dónde venimos, cómo son las cosas con este Ayuntamiento y cómo se puede presentar el futuro tras las elecciones: si continúa el cambio o vuelve el Régimen con más ganas que nunca.