MAY. 07 2018 DE REOJO Rastrojos Raimundo Fitero Lo mismo que quedan rastrojos en los campos que se deben eliminar por lo directo con esas hogueras que a veces se convierten en trágicas, la vida televisiva tiene subproductos, despojos, rastrojos que es difícil eliminar si no es llevándolos al negro de la desaparición. Estaba anunciado su adiós, pero desde el día uno de este mes todo un canal de una plataforma de pago, Non Stop People, ha dejado de emitir. Era una propuesta muy “millennial”, pero demasiado pija. Sus lenguajes, sus propuestas, su propia estética estaban destinados para jóvenes de clase media alta. Sus contenidos iban en coherencia con esa línea, la selección de presentadores, los grupos musicales que invitaban daban idea de un mundo muy de mentira, olía a perfume de marca, a ropa de exclusividad. Eso limitaba, por lógica, su audiencia, y yo diría que más en una plataforma en la que uno se apunta por algunas series y los partidos de fútbol, mayoritariamente. Y se ha ido como vino, sin hacer ruido, sin dejar huella. Quizás sirva para aprender algo sobre lo que las audiencias jóvenes buscan. Estamos hablando no solo de la desaparición de un programa por falta de audiencia, sino de un canal entero. Se trata de un rastrojo total. Se quema todo el campo, no los restos de la cosecha. Y eso viene a recordarnos que cada vez más, un canal, en cualquier plataforma, necesita de unos requisitos de audiencia para ser sostenible. O se tiene por detrás una secta religiosa, como 13 TV y algunas locales con predicadores, o debe cumplir unos mínimos. Porque no todos los canales son de los titulares de la plataforma, sino que se alquilan. En unos casos pagando para aumentar audiencia y en otras cobrando, porque alguien quiere buscarse la vida. Quiero recordar una vez más que La Liga de fútbol se emite solo en canales de pago y no ha pasado nada. Quien lo quiere ver, lo paga. Y punto.