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REAL

Carlos Martínez: «Es un honor despedirme con Xabi Prieto»

El navarro no criticó la decisión de darle la baja y mostró su deseo de superar las lesiones que le han impedido jugar los últimos años.


Carlos Martínez consideró ayer un honor despedirse de la Real con Xabi Prieto en el último partido de Anoeta como estadio que se jugará finalmente el sábado a las 16.15 contra el Leganés después del cambio de horario comunicado ayer por la LFP.

El navarro compareció ayer en una rueda de prensa en Anoeta acompañado de todos sus compañeros, de los técnicos y del presidente Jokin Aperribay y para terminarla quiso trasmitir «muchas gracias a todos. Aquí se acaba una etapa, pero la Real siempre va a ir conmigo y con mi familia allá donde vayamos. Espero que el sábado ganemos y luego haré una despedida. Es un honor dejar el club el mismo día que Xabi, que para mí ha sido un ejemplo de todo, de profesionalidad, de lo que es la Real, de saber manejar el vestuario en situaciones complicadas... En la banda derecha hemos pasado grandes momentos y gracias a él he logrado mis objetivos».

La comparecencia terminó así y comenzó con los elogios de Jokin Aperribay: «Carlos entró en la Real en el año 2000 con Iñaxio Kortabarria en el cadete y ha pertenecido a una generación llena de valores, de un sentir humano increíble. Representas el corazón de esa generación que ha sido un ejemplo en la Real».

Recuerdo a los ausentes

Carlos Martínez quiso mostrar su agradecimiento a todos los jugadores y demás personas con las que ha coincidido desde que llegó a Zubieta: «No es una parte de mi vida, es mi vida, que gracias a la Real la he podido hacer mucho más bonita. El fútbol me ha dado muchas cosas buenas, aunque también he vivido los peores momentos de mi vida con la pérdida de Xabier Flores y Mario Soravilla, que fue lo más duro que he vivido. Desde el día que lo perdí solo pensaba en llegar al primer equipo y brindarle todo esto. También fue muy dura la pérdida de Tximist Samaniego, que cuando algo iba mal siempre estaba ahí con su alegría. Han sido motivaciones, que todos estén orgullosos de mí, y les deseo a mis compañeros que vaya todo bien. Os llevaré siempre conmigo».

A parte de los ausentes, destacó a «Gari Uranga, Mikel Labaka, que para mí es un ejemplo en todo y siempre me ha apoyado, y a Mikel Aranburu, un ejemplo como Xabi Prieto. Tener el privilegio de compartir vestuario con ellos, es un honor y estoy muy agradecido».

También se mostró «muy agradecido a toda la afición. Siempre me he sentido muy querido, muy valorado en la calle y en Anoeta. La gente se ha portado conmigo muy bien y me llevo todo su cariño. Nunca es fácil tener el apoyo de la afición, siempre lo he dado todo, es algo que la gente valora y estoy muy orgulloso de ello».

«Me habría gustado seguir»

Señaló que recibir la baja al final del contrato no supone «ninguna decepción. Estoy orgulloso de llegar hasta aquí. Es una decisión del club, ni al presidente ni al director deportivo les habrá sido fácil tomar la decisión, pero es fútbol. No se pueden hacer cosas por caridad. Me habría gustado seguir, pero somos un club de cantera y en mi caso han salido grandes jugadores y en el Sanse hay chavales que lo hacen muy bien y es ley de vida. Si por mí fuera me quedaría toda mi vida, pero es entendible y respeto todas las decisiones».

Lamentó las lesiones que le han marcado en las dos últimas temporadas y le queda la pena de saber qué «habría pasado si en diciembre de 2016 no caigo lesionado con una lesión tan grave de rodilla en un momento en el que iba todo bien». Por eso lo primero que desea para el futuro es acabar con las lesiones. Quiere jugar este sábado para despedirse en el campo y «acabar la temporada a gusto con buenas sensaciones».

De cara al futuro lejos de la Real, Carlos Martínez dijo que «llegará un momento en el que esto se acabe, pero espero seguir unos años en el fútbol». Añadió que le gustaría jugar contra la Real, «porque así disfrutaré del nuevo estadio. Se abre un abanico y no voy a negarme a ninguna opción. Me gustaría seguir en la Liga española, pero yo y mi familia tenemos claro que si hay que ir a otro sitio no hay problema. Hay compañeros que han salido fuera y están muy contentos. Vayamos donde vayamos todos juntos, lo importante es ser feliz y disfrutar».

 

«El ascenso es lo mejor que he vivido»

A la hora de rescatar un momento de sus 18 años en la Real, destacó «el ascenso por lo que significó, por cuándo, cómo y dónde fue. Era uno de los momentos más delicados del club, el año del Centenario y poder ascender en Anoeta ese día es inolvidable para todos. Por el partido, por lo que se vivió en Anoeta y desde que llegamos por la Avenida, todo lleno de gente. Fue un recibimiento espectacular y ese día fue el mejor que he vivido como realista y el que nunca voy a olvidar».

Ahora que el Sanse volverá a un play-off de ascenso reconoció el duro golpe que supuso hace doce años el anterior jugado contra el Las Palmas. «Saboreábamos ya pasar y un gol en el 92 nos echó fuera. Es de las primeras veces que he llorado por el fútbol, pero es una experiencia bonita que cuesta mucho vivir porque la Segunda B es una categoría muy complicada y espero que los chavales del Sanse la disfruten y piensen que están en un club de cantera que da oportunidades si lo hacen bien». J.I.