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La izquierda y el uribismo pasan a la segunda vuelta presidencial

El uribista Iván Duque, que ha prometido modificar los acuerdos con las FARC, y el exguerrillero del M-19 y exalcalde de Bogotá Gustavo Petro, con una agenda centrada en la defensa de la paz y en temas sociales, ambientalistas y animalistas, se disputarán la segunda vuelta presidencial el 17 de junio. La victoria de este último dependerá de su capacidad de aglutinar a los votantes de Sergio Fajardo y del exjefe negociador del Gobierno Humberto de la Calle.


Tal y como habían vaticinado las encuestas, el uribista Iván Duque, candidato del Centro Democrático, y el exalcalde de Bogotá y exguerrillero del M-19 Gustavo Petro, de la coalición Colombia Humana, se disputarán la Presidencia de Colombia en la segunda vuelta que se celebrará el próximo 17 de junio. Duque obtuvo 7.569.69 votos, un 39,14%, mientras que Petro fue respaldado por 4.851.254 votantes, o sea, por un 25,08%.

A menos de dos puntos porcentuales de Petro se quedó el exalcalde de Medellín Sergio Fajardo, candidato independiente de la Coalición Colombia con 4.589.696 de votos, un 23,73%, y respaldado por el Polo Democrático y de la Alianza Verde.

Las candidaturas del exvicepresidente Germán Vargas Lleras –que logró un 7,28% con 1.407.840 de votos–, y del exjefe negociador del Gobierno con las FARC Humberto de la Calle –que se quedó en un 2,06% con 399.180 votos–, apenas sumaron el 10% de los apoyos, a pesar de que por detrás de ambos estaban Cambio Radical, La U, casi todo el Partido Conservador y el Partido Liberal, formaciones que históricamente han dominado la vida política.

Tanto la victoria de Duque como la de Petro, y el ascenso de Fajardo evidencian el deseo de cambio de los colombianos, desencantados con la clase política tradicional y con las instituciones tras escándalos de corrupción como el de Odebrecht.

El exalcalde de Bogotá, que se ha convertido en un fenómeno político, se ha beneficiado con un discurso conciliador y amable del voto joven, de los indignados con la tradicional clase política colombiana, de los sectores animalistas, de las comunidades indígenas y la comunidad LGBTI. En el centro Downtown Majestic de Bogotá, se vieron banderas del M-19, de la Unión Patriótica y del Polo Democrático, partido del que se salió por diferencias internas.

Petro necesitará del apoyo de los votantes de Fajardo y de De la Calle, a quienes emplazó a construir un frente común por la paz. Incluso, invitó a Vargas Lleras –partidario de modificar los acuerdos con las FARC– a «repensar la política» y sumarse.

«Hoy no es un acuerdo de paz el que nos está dividiendo, sino si Colombia es capaz de abandonar todas sus violencias, si es capaz de construir una era de paz o si vuelve la guerra. Juntar todas las fuerzas políticas y sociales que quieran construir la paz. ¿Vamos a retroceder el autoritarismo y la persecución de la diferencia o vamos por el pluralismo y la libertad? Esa es la elección que vamos a tomar en menos de 15 días», concluyó.

 

Duque, el elegido de Uribe y de sectores de la ultraderecha

Abogado con maestría en Economía y corta experiencia política, Iván Duque, bogotano y padre de tres hijos, es el elegido del expresidente y senador Álvaro Uribe. Pese a querer proyectar una imagen jovial y moderna con camisas sin corbata, se caracteriza por sus posiciones ultraconservadoras. Opuesto a la adopción y al matrimonio homosexual, la eutanasia o la despenalización de la droga, se ha hecho con el respaldo de sectores evangélicos y de la extrema derecha. Como en la campaña por el «No» en el plebiscito, ha recurrido a la amenaza del «castro-chavismo» para atemorizar a la sociedad frente a una posible victoria de Petro. Ha prometido realizar «modificaciones estructurales» a los acuerdos con las FARC, en especial a la Jurisdicción Especial para la Paz y a la participación política de los exguerrilleros. En su partido afirman que «le debe» todo a Uribe, a quien conoció en EEUU; en la oposición que es su «títere». «Iván es más que sabio y tiene por delante un futuro brillante», escribió Uribe en 2012.GARA

 

Petro, el exguerrillero que ha revolucionado la política

De 58 años y padre de seis hijos, Gustavo Petro se ha hecho en campaña con el espacio público y el apoyo de los jóvenes. Si gana la Presidencia «será porque la ciudadanía logró separarse del miedo que produce la guerra y la política del odio», ha afirmado en más de una ocasión. Su posible victoria supondría quebrantar por primera vez en la historia de Colombia una tradición política basada en élites conservadores y liberales.

Nacido en un hogar modesto de la costa Caribe, educado por sacerdotes y lector apasionado de Gabriel García Márquez, se formó como economista y antes comenzar la vida parlamentaria que le dio notoriedad, aprendió a ganarse a las clases populares. Siendo edil de Zipaquirá, una fría localidad próxima a Bogotá, ayudó a construir el barrio Bolívar 83 que terminó sirviéndole de escondite de la persecución militar. Fue detenido y llevado a un complejo militar, donde temió por su vida. También ha conocido el exilio. Como senador, reveló los nexos entre políticos y paramilitares.GARA