Joseba ITURRIA
CICLISMO AMATEUR

Unai Cuadrado encuentra resultados a su apuesta

El alavés, séptimo en Nafarroa y octavo en Bidasoa, ha aparcado los estudios para intentar dar el salto.

Unai Cuadrado (Eribe, 1997) fue séptimo, mejor vasco, en la Vuelta a Nafarroa, puesto al que da más importancia que al octavo de Bidasoa porque en la ronda navarra corrían élites y él fue el tercer sub’23 por detrás de los italianos del Colpack Francesco Romano y Alessandro Covi.

Como explica a GARA, «el Colpack tenía más nivel que en Bidasoa, corrían élites que llevaban más gas y este puesto tiene más valor. En Bidasoa el puesto salió sin más. Iba a ayudar a Jokin Aranburu, que tuvo la mala suerte de romperse la clavícula, y Etxeberria estaba bien colocado, pero solo podía con todo».

En la Vuelta a Navarra destaca que «ya la corrí el año pasado y me ha gustado bastante. No sé si por estar más en forma la he disfrutado, con el sterrato... Ha estado muy bien organizada, te ponían toda la información en cada puerto y el sterrato... Ha sido una carrera diferente a lo que estamos acostumbrados y de vez en cuando viene bien».

El alavés del AMPO destaca su mejoría en las vueltas: «Del primer año al segundo pegué un buen salto, me veía disputando carreras, pero las vueltas las hacía muy mal. Este año el equipo me está ayudando mucho, en Navarra me llevaba a todos los lados, y me falta el punto para estar un poco más adelante y disputar, pero no me quejo».

Son dos vueltas duras y ha demostrado su condición de escalador: «Soy diesel, en las arrancadas me cuesta salir, pero subo bien, soy regular, los puertos los paso tranquilamente y, si estás adelante en la etapa reina, que es la que cuenta y marca diferencias, tienes la mitad hecho».

«Mi objetivo es pasar»

El rendimiento en Bidasoa y Nafarroa hace buena la apuesta realizada por Unai Cuadrado al centrarse en el ciclismo: «Mi objetivo de este año es pasar a profesionales. Empecé un poco mal la temporada con un problema en la rodilla y me vine un poco abajo, pero ya me dejo ver en las clasificaciones. Al final lo que vale es ganar, pero también llamar la atención de una manera regular. No soy un ganador nato, pero si ven que subes bien, que eres combativo y estás en fugas, eso me imagino que los equipos profesionales lo valorarán. Todos queremos ser como Froome o Landa, pero hay gregarios y con tal de ser pro me da igual trabajar para cualquiera. Mi objetivo es ser profesional».

Para ello ha aparcado los estudios: «El año pasado hice un módulo superior, empezaba las prácticas y tenía que estar ocho horas de pie y no lo veía claro. Lo dejé apartado y el segundo año me metí en un cursillo de inglés y éste voy a por todo y a ver qué sale. Ahora estoy centrado en la bicicleta al 100%».

Añade que «para andar adelante hay que descansar bien, estar centrado. Ciclista solo puedes ser una vez en la vida y puedes estudiar siempre. Hay que arriesgar. Si sale, bien. Si no, tengo mis estudios, terminaré el módulo u otra cosa y ya conseguiré trabajo. No me preocupa. El límite que me pongo es hasta el año que viene y, si no consigo dar el salto, dejaré la bici en plan competición y me centraré en estudiar y conseguir trabajo».

Lleva los tres años de amateur con Xabier Muriel como preparador: «Me dijeron que era muy bueno y se nota. Me entreno muy a gusto además. Nos dice que disfrutemos de la bici y que si pasamos bien y, si no, que no pasa nada, que hay más cosas en la vida. Es un buen consejo».

Que sea también el preparador del Murias entiende que no le beneficia. «Nunca nos habla del Murias, pero sí es verdad que el salto de la Fundación y con Euskadi Murias se abren un poco más las puertas. Está difícil, pero te da más motivación para ver si se fijan en mí».

Su próximo objetivo es la Vuelta a Castellón, del 7 al 10 de junio: «Es una vuelta que corrí de primer año, me gusta y me viene bien. Hay una etapa que acaba en alto y se enlazan dos puertos de Primera y los demás puertos son largos, no muy duros. Creo que llegaré bien tras descansar estas dos semanas».

Una progresión constante

Unai Cuadrado explica que empezó en el ciclismo porque «mi familia siempre ha tenido una tradición ciclista. Siguen el ciclismo, aunque no había ningún ciclista. Mi padre me apuntó a una escuela cuando era benjamín de segundo año con el Club Ciclista Foronda y ahí estuve hasta infantiles. Luego pasé al Iturribero de Durana, con el que corrí en cadetes y juveniles y allí conocí a los que son ahora de mi cuadrilla. No he sido un corredor que gane carreras, pero siempre estoy adelante y me llamó Gorka Beloki para ir al Infisport mi primera campaña sub’23».

El equipo desapareció a final de año, pasó a Telco’m en 2017 y destacó: «Anduve bien, se me veía en muchas fugas e hice tercero en el campeonato de Euskadi en Murgia, primer sub’23, y en Durana, las dos carreras cerca de casa. Se interesaron más equipos y mi preparador, Xabier Muriel, me dijo que AMPO tenía un equipo majo y hacía las cosas bien. Me tratan muy bien. Acerté de pleno». J.I.