El Gobierno irlandés de Leo Varadkar presentará en unas semanas el proyecto de ley que legalizará el aborto tras la victoria histórica en el referéndum de la pasada semana, anunció el ministro de Sanidad, Simon Harris. En declaraciones a la cadena de televisión pública RTE manifestó espera que la ley esté aprobada a finales de año.

«Estoy decidido a acabar el trabajo que la gente me ha encargado», dijo a su llegada a una reunión del Gobierno. «Espero que podamos publicar un proyecto [de ley] en las próximas semanas», agregó.

Este deberá ser aprobado después por el Parlamento, donde la mayoría de diputados defienden la liberalización del aborto. El 66% de los electores irlandeses votó en el referéndum del viernes a favor de derogar la enmienda constitucional que prohíbe el aborto. Sólo las mujeres cuyos embarazos ponían en peligro sus vidas estaban autorizadas a abortar. Las penas de cárcel iban hasta los 14 años.

El Gobierno pretende que el aborto sea libre durante las primeras 12 semanas de embarazo y que el plazo se extienda hasta las 24 semanas en caso de anormalidad fetal mortal o de peligro para la madre.

Polonia, el país más restrictivo

Tras el referéndum irlandés, se mantiene como el mayor país de la UE donde es más difícil abortar. «Nos gustaría que Polonia siguiese el ejemplo de Irlanda, aunque, mientras el PiS gobierne el país, eso parece algo muy lejano», dijo a Efe la abogada y activista partidaria del aborto Karolina Wiekiewicz.

La Iglesia católica está muy presente en la vida diaria y en la política, sobre todo tras la victoria por mayoría absoluta del PiS en las elecciones de 2015.

Esta formación, que se define como adalid de los valores católicos, ha propuesto cambiar la legislación para restringir los supuestos en los que está permitida la interrupción del embarazo, siguiendo una iniciativa que recogió cerca de un millón de firmas. Esta propuesta quiere prohibir el aborto en casos de malformaciones o enfermedades en el feto.