Dabid LAZKANOITURBURU

Salvini y Di Maio se estrenan en sus respectivas cruzadas xenófoba y corporativa

Ante un primer ministro, Conte, impertérrito en plena fiesta nacional, los verdaderos hombres fuertes del gobierno italiano se estrenan en sus cargos. El xenófobo Salvini viajando a Sicilia. Di Maio (M5S) abogando por la comunión de intereses empresario-empleado.

Mientras el nuevo primer ministro, Giussepe Conte, presenciaba al lado del presidente, Sergio Matarella, a un desfile militar con motivo de la fiesta nacional, los dos hombres fuertes del Gobierno italiano, Matteo Salvini (Lega) y Luigi Di Maio (Movimiento Cinco Estrellas) se estrenaban en sus respectivas carteras y cruzadas, aparentemente contradictorias, aunque quizás no tanto.

«Conte parte con el dossier de 33 páginas de Gentiloni», titulaba “La Stampa”, en referencia a su predecesor y a las peliagudas cuestiones abiertas y pendientes, como la de las empresas en dificultad como Ilva y Alitalia, las inminentes cumbres del G7 en Canadá en unos días y de la UE a finales de mes, sin olvidar el problema de la inmigración.

Precisamente, el flamante viceprimer ministro, nuevo ministro de Interior y declarado xenófobo, Mateo Salvini, se estrena hoy con una visita a Sicilia para ver la situación in situ.

«La cuestión de la inmigración sigue estando de actualidad», insistió el jefe de la islamófoba Lega, pese al descenso en el número de llegadas.

No hay duda de que esta formación ha sabido aprovechar la insolidaridad de la inmensa mayoría de la UE para con los países receptores como Italia y su lider ya está anunciando medidas para reducir las llegadas y aumentar las expulsiones.

Empleadores y empleados

Sin compartir esa xenofobia, el a su vez viceprimer ministro, nuevo ministro de Desarrollo y Empleo y líder del movimiento M5S, Luigi Di Maio, no dudó en rivalizar en protagonismo ante un Conte totalmente mudo.

En un vídeo en directo en el que invitaba a los italianos a acompañarle en su entrada al ministerio hasta su despacho, Di Maio anunció que cambiar la reforma laboral aprobada durante el gobierno de Matteo Renzi será una prioridad para su cartera, con el objetivo de fomentar el empleo estable. Hasta ahí todo muy loable. Pero el joven líder del M5S (31 años) concretó su visión al insistir en que «hay que dejar en paz a los empresarios (...) He pedido ser ministro de Desarrollo Económico y Empleo porque en Italia el empleado y el empleador no deben ser enemigos (...) deben ir juntos, trabajar juntos», insistió. Esa doctrina político-económica, que asegura que patronos y obreros tienen los mismos intereses (no hay ni debe haber lucha de clases ni conflicto) , no es nueva. Se llama corporativismo.