Trump dicta reunificar, pero pide más tiempo de arresto
Donald Trump ordenó reunificar a las familias separadas en la frontera, pero pidió más tiempo de detención para los menores. Echó la culpa a los demócratas por obstaculizar su reforma migratoria.
El presidente de EEUU, Donald Trump, ordenó ayer a su Gobierno que inicie el proceso de reunificación de las familias de migrantes que han sido separadas al cruzar la frontera con México.
Durante una reunión de Gabinete en la Casa Blanca, Trump pidió a los departamentos de Justicia, Seguridad Nacional y Sanidad y Asuntos Sociales «trabajar juntos para mantener a las familias de migrantes ilegales juntas durante el proceso migratorio y reunificar a las que ya han sido separadas». Al mismo tiempo, pidió a una corte federal de California que modifique un acuerdo conocido como “Flores” para poder detener a los menores inmigrantes durante más de 20 días, límite máximo que fija ese pacto judicial.
Es la primera orden para implementar el decreto ejecutivo firmado el miércoles por Trump para poner fin a la separación de los menores migrantes de sus padres, en respuesta a las críticas que esta medida ha generado en la comunidad internacional y en EEUU.
Aprovechó para arreciar sus críticas contra los demócratas por obstaculizar los dos proyectos de ley que hay en el Congreso sobre la reforma migratoria: «Quieren que tengamos el mejor hotel de lujo para todos pero no nos quieren dar dinero».
Ayer, la Cámara de Representantes rechazó la versión más dura de la reforma migratoria, una de las dos opciones que lanzó el Partido Republicano para neutralizar la polémica surgida en torno a la política migratoria del Gobierno Trump. Asimismo, los republicanos retrasaron a hoy la votación sobre su versión moderada, producto de semanas de negociaciones entre el liderazgo y los republicanos más centristas, con el objetivo de tratar de asegurarse los 218 votos necesarios para su aprobación.
La medida que se votará finalmente mañana proporcionaría un camino hacia la ciudadanía para hasta 1,8 millones de jóvenes indocumentados conocidos como «soñadores» y evitaría la separación familiar, pero a cambio ofrecería 25.000 millones de dólares para construir el muro fronterizo que demanda Trump.
El proyecto de ley más conservador, impulsado por Bob Goodlatte, habría financiado un muro a lo largo de la frontera sur, puesto fin al programa de lotería de visados, limitado las visas familiares para la reunificación familiar y dotado de un estatus legal a los «soñadores», pero sin darles un camino a la ciudadanía.