Decreto

Lo de los dos magistrados de la Audiencia de Nafarroa que han dictado esa libertad provisional de los bestias de La Manada es una auténtica provocación. No sé decir más porque es tan grave, tan nefasta su literatura barata, escrita por el cafre con barba, aquél que encontró jolgorio en la violación, pero con la firma al pie del manifiesto ultra de la magistrada de opinión cambiante, un argumentario tan demencial que no tiene mucha más explicación. Como dirían en la ribera, quieren joder la marrana. Y la están jodiendo bien. La respuesta popular ha sido inmediata. Iruñea es un lugar para las manifestaciones más importantes de los últimos tiempos. Lo de Altsasu en comparación con estos considerandos se convierte todavía más claramente en otro abuso o agresión judicial, otra muestra del uso de manera sospechosa de las atribuciones que les confiere la ley. La distancia entre la ciudadanía, la sociedad y algunas decisiones de los tribunales se está ampliando, se crea alarma social de una manera casi constante. Lo de los políticos catalanes en la cárcel es la manifestación extrema. La provocación de los amigos comprensivos de los violadores es de una carga política tan explícita que los deberían detener por decreto.

Por decreto ley se ha disuelto el consejo de administración de RTVE. Una acción positiva tomada desde el gobierno Sánchez. Ahora a esperar el proceso de elección de manera democrática de la nueva cúpula directiva y lo que ello supondrá de regeneración. Mientras tanto, una dirección rotativa. Estamos en verano, es decir, se utilizará como siempre la nevera y los refritos para la programación básica. Esperemos que empiece a desarmarse la banda que tiene los informativos convertidos en una basura hedionda. Quizás se acaben los viernes negros, la protesta cromática de los profesionales de TVE.