Helicópteros del Ejército sirio lanzaron barriles bomba contra zonas bajo control rebelde en la provincia de Deraa, en el suroeste del país, por primera vez en un año, según el opositor Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), que indicó que no hubo víctimas, en una escalada en la operación que hasta ahora se había limitado al uso de artillería y algunos bombardeos aéreos.

El Ejército sirio ha aumentado sus operaciones esta semana en esta zona en manos rebeldes fronteriza con Jordania y los Altos del Golán ocupados por Israel.

Por su parte, Jordania ha intensificado sus contactos con EEUU y Rusia para frenar la ofensiva del Ejército sirio y sus fuerzas aliadas en Deraa, temiendo que provoque una oleada de refugiados hacia el territorio jordano.

Según datos de la ONU, hay 658.517 refugiados sirios registrados en Jordania, de los cuales únicamente 140.221 (un 21,3% del total) residen en los campamentos de refugiados de Zaatari y de Al-Azraq, si bien el número de sirios residentes en el país, según las autoridades es de 1,3 millones.

También la UE ha pedido a los países del proceso de Astaná –Turquía, Rusia e Irán– que garanticen el cese de las hostilidades en la región de Deraa alertando de «consecuencias humanitarias devastadoras».

Por otro lado, al menos siete civiles murieron ayer en un bombardeo supuestamente llevado a cabo por la coalición que encabeza EEUU en la provincia de Deir Ezzor y en manos de Estado Islámico. También falleció un militar sirio en otro ataque de EEUU contra un puesto del Ejército sirio cerca de la frontera entre Siria e Irak, según medios oficiales sirios .