Uno de los elementos más sorprendentes de la excarcelación de «La Manada» dictada el pasado jueves por la Audiencia de Nafarroa estriba en que se hace la vista gorda ante un caso similar de abusos a una joven por el que cuatro de los cinco están pendientes de juicio en Pozoblanco (Córdoba). La decisión tomada en la capital navarra les impuso prohibición de entrar en la Comunidad de Madrid, pero no de pisar Iruñea o Pozoblanco. Cuatro días después, el juzgado cordobés ha emitido a prisa y corriendo una orden de alejamiento para proteger a la joven de 21 años que, a tenor del sumario y las imágenes que han trascendido, fue manoseada, besada y desnudada mientras se encontraba adormecida.

Esa excarcelación se produjo curiosamente a la vez que la magistrada de Pozoblanco decidía prorrogar la investigación, después de haber declarado la causa «compleja» hace cuatro meses, por lo que de momento no se atisba cuándo habrá vista oral. Y ello pese a que los hechos ocurrieron dos meses antes de los de Iruñea y aparentemente resultan más sencillos de probar y de valorar judicialmente.

La joven víctima de los todavía presuntos abusos ha declarado ya tres veces en el caso, pero los investigados no han querido hacerlo. Tres de los cuatro tuvieron oportunidad de hacerlo por videoconferencia en febrero, pero se acogieron a su derecho a no declarar en relación al vídeo que grabaron en el coche. La defensa intenta anular esa prueba para que sean declarados inocentes.

Sobre este caso planea la posibilidad de que los acusados hubieran usado burundanga, dada la actitud de la joven y mensajes cruzados por los imputados aludiendo a esa droga, pero el Juzgado ya da por seguro que no podrá ser probado al haberse practicado los análisis pertinentes meses después.

El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, dijo ayer no entender los motivos de la excarcelación de Iruñea.

Concentración en Ondarroa por un ataque con un imputado

Una concentración anoche en la Alameda de Ondarroa respondió a la agresión sexual denunciada por una joven y revelada por el movimiento feminista de la localidad. El Ayuntamiento ha emitido una declaración de condena. Pero poco se sabe del recorrido judicial del asunto: “Berria” explicó, citando fuentes del Departamento de Seguridad de Lakua, que una persona fue imputada y sometida a un juicio rápido. El movimiento feminista señala por este ataque a dos hombres que serían de la misma familia.

Los hechos ocurrieron hace ya dos semanas, el día 13, pero no habían trascendido hasta la fecha. Colectivos feministas de Ondarroa apuntan que ocurrió en un restaurante en torno a la 1.00 de la madrugada y que la mujer agredida no recuerda parte de lo sucedido, pero sí que previamente fue abordada por los dos hombres y al despertar estaba siendo violada. Tras este relato de hechos, instan a uno de los agresores a «no mostrar grabaciones manipuladas y a cumplir la orden de alejamiento impuesta por el Juzgado», además de a «dejar de amenazar indirectamente» a la mujer. Piden también que sea expulsado de la localidad.

La declaración institucional emitida por el Consistorio de Ondarroa no entra en detalles pero sí se dirige a la ciudadanía para que «rechace todos los ataques contra las mujeres y tenga una actitud activa contra cualquier agresión».GARA