Jon ORMAZABAL
Pelota

Jokin Altuna desea el título que falta a sus colegas

Ningún pelotari en activo de Aspe posee el título de la jaula de San Fermín, que también busca Oinatz.

La ambición de Jokin Altuna parece no tener límites y el de Amezketa buscará este mediodía, en un Labrit abarrotado –no hay entradas desde hace un mes, desde antes incluso de que se conociera quiénes serían los finalistas–, el único título individual que falta en su palmarés, el del Cuatro y Medio de San Fermín, un torneo que, sin repartir txapelas, es considerado como el cuarto grande del curso.

Es más, el de la jaula navarra es un título que ningún pelotari en activo de Aspe ha conseguido nunca, por lo que un triunfo del delantero guipuzcoano supondría un broche de oro a un curso excelso en lo colectivo y difícilmente mejorable en el caso del campeón manomanista.

No todos los pelotaris, especialmente en el caso de los jóvenes, asumen del todo bien la responsabilidad de jugar con el gerriko rojo de campeón, pero también en este sentido parece hecho de otra pasta el amezketarra, que ha conseguido mantener el nivel en sus últimos compromisos. En cuanto al acotado de San Fermín, la grave lesión de Erik Jaka le allanó el camino en su primer duelo, mientras que la semana pasada Joseba Ezkurdia le exigió exprimirse al máximo en un duelo memorable que se le había puesto muy cuesta arriba por el saque.

Bengoetxea reclama su sitio

Con un Labrit que se presume en ebullición a eso de la hora del marianito, Oinatz Bengoetxea tampoco se lo pondrá nada sencillo. Problemas en las plantas de sus pies, una fascitis plantar que ha derivado en un edema óseo, han privado al de Leitza de su mejor nivel en las tres grandes competiciones del año, hasta el punto de que su empresa había prescindido de él en principio para el parejas de la feria iruindarra, pero como cada vez que se ha sentido cuestionado, el puntillero navarro parece volver por sus fueros.

Así, las malas sensaciones a pocos días de comenzar su andadura contra Laso en Beasain, Bengoetxea VI estuvo a punto de renunciar, pero en el último momento decidió echar para adelante y, sin ninguna presión, ha ido deshaciéndose de los mejores especialistas de su empresa; el propio Laso, Urrutikoetxea y Aimar Olaizola, campeón el año pasado.

Es decir, que los dos finalistas llegan en buen momento de forma, por lo que la final parece contar con todos los ingredientes para responder a la enorme expectación que ha creado una cita que apunta al Navarra Arena el año que viene para responder a la demanda de entradas que genera en los últimos tiempos este partido.

El último precedente, el de la final del Cuatro y Medio de 2016 en el Ogeta, con victoria por la mínima del de Asegarce, apunta en ese sentido y el ambiente de las gradas en un día tan especial seguro que acompaña el esfuerzo de los protagonistas.

Urrutikoetxea, baja por un virus

Mediante una escuetísima nota, apenas un tweet, Asegarce dio ayer a conocer que Mikel Urrutikoetxea permanecerá de baja por un periodo indefinido, al menos hasta el siguiente reconocimiento médico, por culpa de un proceso vírico que padece desde hace dos meses.

La única información adicional ofrecida por la promotora de Bilbo es que su lugar en el torneo de parejas de San Fermín, en el que estaba programado con Mikel Larunbe, será ocupado por Oinatz Bengoetxea, al que también deberán relevar como padrino de Jon Mariezkurrena en su debut en el Desafío del Vino.

En la otra cara de la moneda, Álvaro Untoria regresará esta tarde a las canchas, después de casi cinco meses de baja por problemas en su mano derecha. Lo hará en el primer partido del festival de la tarde. El que deberá esperar para regresar a la competición será Asier Agirre, que no pasó la última prueba. J.O.