Sebastian Vettel (Ferrari) consiguió ampliar su margen en el liderato tras vencer en el Gran Premio de Gran Bretaña, pese a la gran remontada que protagonizó Lewis Hamilton (Mercedes) –un error le obligó a recuperarse desde la decimoctava plaza hasta la segunda– y su diferencia se sitúa ahora en ocho puntos respecto al británico.

Muy inteligente, el piloto alemán fraguó su triunfo a falta de cinco vueltas para el final, cuando en el giro 47º realizó un adelantamiento espectacular, sorprendiendo a Valtteri Bottas (Mercedes), quien a partir de ese momento comenzó a acusar el desgaste de sus neumáticos. Una vez cogida la cabeza de la carrera, el teutón exprimió al máximo su monoplaza –firmó varias vueltas rápidas– para no tener ninguna complicación a la hora de ser el primero bajo la bandera de cuadros.

En el ecuador de la temporada, Vettel lograba así su cuarta victoria del ejercicio y alcanzaba a Alain Prost en el número de triunfos totales a lo largo de su carrera. Ferrari completó su magnífica jornada aupando al último cajón del podio a Kimmi Raikkonen, quien también superó a su compatriota Bottas, incapacitado para aguantar el ritmo.

La prueba fue ciertamente accidentada, lo que provocó la salida del coche de seguridad hasta en dos ocasiones por sendos lances prácticamente en la misma zona. Primero fue el sueco Marcus Ericsson (Sauber) quien se excedió en su velocidad en una de las curvas más complicadas del circuito y posteriormente Carlos Sainz (Renault) y Romain Grosjean (Haas) se tocaron en la vuelta 38ª.

Vettel tendrá la posibilidad de acrecentar la ventaja ante sus incondicionales, pues el próximo examen será dentro de dos semanas en el circuito germano de Hockenheim.