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Fórmula Uno

Hamilton ya se relaja hasta Spa

El inglés ganó con autoridad el GP de Hungría, ampliando su renta sobre Vettel, ayer segundo, y la F1 se va un mes de vacaciones.

El inglés Lewis Hamilton (Mercedes) reforzó ayer su liderato en el Mundial de Fórmula Uno al ganar, por sexta vez, el Gran Premio de Hungría, donde firmó su quinto triunfo del año y amplió a 24 puntos su ventaja sobre el alemán Sebastian Vettel (Ferrari), al igual que él cuádruple campeón del mundo.

Hamilton, que voló entre la lluvia el sábado elevando a 77 su propia plusmarca histórica de poles, no desaprovechó la ocasión de ampliar su ventaja en el campeonato y, de momento, se irá de vacaciones –hasta finales de agosto en Spa-Francorchamps– estando mucho más cerca que Vettel de emular este mismo año los cinco títulos que consiguió el argentino Juan Manuel Fangio, solo superados por el alemán Michael Schumacher.

El espectacular y excéntrico campeón inglés relegó al segundo y al tercer puesto a los dos pilotos de Ferrari, Vettel y el finlandés Kimi Raikkonen, que minimizaron daños al rebasar a Valtteri Bottas (Mercedes), que acabaría quinto, con problemas de degradación en sus neumáticos traseros, a falta de cinco giros para el final de la carrera.

Hamilton salió bien y Bottas ejerció de sensacional escudero protegiendo a su capitán, cerrando las puertas a los dos Ferrari. Y Sainz, que partió quinto tras una espléndida calificación bajo la lluvia, atacó en la salida a Vettel –al que pronto Kimi le cedió la tercera plaza–, el único, al igual que él, que salió con neumáticos blandos de entre los diez primeros, que prefirieron el compuesto ultrablando.

Pero el madrileño no solo no pudo con el alemán, sino que fue rebasado por el galo Pierre Gasly (Toro Rosso) y el danés Kevin Magnussen (Haas) –sexto y séptimo finalmente– y su excompañero holandés Max Verstappen (Red Bull); que abandonó en la sexta vuelta, al fallar el motor de su monoplaza.

Gestión de los neumáticos

Bottas y Raikkonen pararon en la vuelta 16 y siete más adelante Vettel rodaba segundo, a siete segundos de Hamilton, con un compuesto más suave (y más rápidamente degradable) que el de ‘Seb’. El inglés paró en la 27, colocó blandos y cedió el liderato, pero regresó con brío a pista, poco después de que Gasly no opusiera excesiva resistencia al adelantamiento de Ricciardo, que ya rodaba quinto.

Hizo calor, como es habitual en estas fechas, en Hungría –se llegó a rodar a 34 grados, con 52 en el asfalto–. Pero, aunque las previsiones meteorológicas anunciaban posibilidad de tormentas, no llovió; por lo que en la pista de las afueras de Budapest todo se redujo a la gestión de los neumáticos.

Y conforme se fueron desgastando los de Vettel, Hamilton empezó a recortar tiempo. ‘Seb’ paró en la 40, un giro después de que lo hiciese por segunda vez Raikkonen, con lo que Mercedes recuperaba los dos primeros puestos con Hamilton y Bottas; y Ricciardo –que aún no había parado– era cuarto, por delante de Raikkonen.

El asturiano Fernando Alonso –el mismo día que cumplía 37 años– paró en la 40 y pasó del blando al medio –el más duro de los tres compuestos–, con el que logró asegurar el octavo puesto en el que rodaba.

Ricciardo tardó 45 vueltas en parar. Sustituyó blandas por ultrablandas y, aunque inicialmente se lo tuvo que ceder a Raikkonen, pudo certificar el cuarto puesto tras el declive final de Bottas, que sufría con sus ruedas traseras, muy desgastadas. Vettel se colocó justo detrás suya a falta de trece giros. El finés aguantó todo lo que pudo en defensa de su jefe de filas, pero en la 65 ‘reventó’ y fue superado por el dúo de Ferrari.

Ricciardo intentó pasar a Bottas pero se tocaron en la primera curva; y, reconociendo su culpabilidad, el equipo del finés le instó a devolverle la plaza al aussie. Hamilton, mientras, volaba a por su triunfo y ya pensaba en las vacaciones estivales.