El ímpetu de Sergio Fernández le lleva a la final por los pelos

El navarro disputará su segunda final consecutiva en Europa de los 400 vallas. Maialen Axpe quedó por muy poco fuera en pértiga.

La primera jornada con finales de los Europeos comenzó con Ucrania dominadora, ya que por la mañana se hizo con un oro y una plata en los 50 kms marcha masculino y femenino, respectivamente. Y el día se cerró con los velocistas Zharnel Hughes y Dina Asher-Smith ganando sus respectivas finales de los 100 metros y Polonia haciendo sendos dobletes en martillo y peso.

La final masculina de los 100 parecía que iba a quedar algo descafeinada, ya que el galo Jimmy Vicaut, que en semifinales marcó el mejor crono de los campeonatos con un 9.97, no pudo disputar la final lesionado. Sin embargo, el británico Zharnel Hughes rebajó ese récord, 9.95, para ganar ante su compatriota Reece Prescod (9.96) y el turco Jak Ali Harvey (10.01).

Por su parte, Asher-Smith era la favorita en féminas, y no falló. Hizo 10.85, igualando la mejor marca del año y superando su anterior registro. La alemana gina Lückenkemper fue plata (10.98) y la holandesa Dafne Schippers (10.99) esta vez se tuvo que conformar con el bronce.

Ayer también hubo momentos para disfrutar –y sufrir– de los atletas vascos. La guipuzcoana Maialen Axpe, tras su susto en el aeropuerto al extraviarse sus pértigas, no pudo pasar la clasificatoria. La pertiguista falló los tres intentos en 4.45 y anteriormente voló hasta los 4.35 en su tercer intento. Si lo hubiera saltado en el primero estaría en la final. La griega Ekaterini Stefanidi volvió a demostrar su superioridad con un único salto de 4.55 para ser primera.

Fernández, a la final de mañana

También se sufrió con el barañaindarra Sergio Fernández, quien tuvo que esperar a la última serie para saber si pasaba a la final. En su tercera carrera de la temporada tras haberse recuperado de una lesión, corrió los 400 vallas en la segunda serie con un tiempo de 49.19 –su mejor marca del año–, donde acabó fundido al verse desequilibrado en la última valla que tiró.

De esta manera, al no ver su tiempo superado en la tercera serie, mañana estará en la final, sin grandes posibilidades de repetir el resultado de Amsterdam 2016 –fue subcampeón– pero como justo premio a su trabajo de recuperación. «La final será otro rollo, voy a salir a tope y a ver qué pasa», advirtió.

Ucrania, dos medallas en marcha

La Breitscheidplatz registraba a las 8.35, hora de la partida de los 50 kms marcha, 21 grados y un 56% de humedad, condiciones preocupantes para competir durante cuatro horas. Maryan Zakalnytskyy se alzó con el primer oro de los campeonatos con un crono de 3h46:32. Subió al podio junto con el eslovaco Matej Toth (3h47:27) –el campeón mundial y olímpico aspiraba con 35 años a completar su colección con el título europeo– y el bielorruso Dzmitr Dziubin (3h47:59).

Si el año pasado Inés Henriques fue en Londres la primera campeona del mundo en 50 kms marcha, es ahora también la primera titular europea, en una prueba recién estrenada en categoría femenina. Venció con un tiempo de 4h09:21, cruzando la meta por delante de la ucraniana Alina Tsviliy (4h12:44) y la española Julia Takács (4h15:22).

En los 10.000 metros, el español Adel Mechaal se quedó de nuevo con la miel en los labios y se vio superado en la última recta por el francés Morhad Amdouni, medalla de oro, el belga Bashir Abdi, plata, y el italiano Yemaneberhan Crippa, bronce.

La segunda jornada dejó la primera sorpresa del Europeo. Kevin Mayer, una de las grandes esperanzas de Francia para el oro, abandonó la prueba de decatlón tras haber hecho tres nulos en salto de longitud. Y eso que había comenzado de maravilla, ganando la prueba de 100 metros con un tiempo de 10.64.

Sí cumplieron los pronósticos los tres hermanos belgas Borlée. Jonathan y Kevin se clasificaron como primero y segundo para las semifinales de los 400 metros. Y lo hicieron con sus mejores marcas del año: 45.19 y 45.29. Mientras, Dylan también se clasificó, pero como décimo. ¿Serán capaces de hacer triplete?