Una vez finalizado el periodo vacacional de ambos conjuntos, Kirolbet Baskonia y Delteco Gipuzkoa Basket iniciaron ayer la fase de preparación que les llevará a cargar las pilas necesarias para acometer la campaña 2018-19. En el caso del primero, con la buena noticia de amarrar a largo plazo a una de sus piezas básicas, como es el georgiano Tornike Shengelia.

El ala-pívot, que ha renovado su compromiso con el equipo gasteiztarra por dos temporadas más, hasta junio de 2022, admitió sentirse «muy a gusto» en Gasteiz, al mismo tiempo que su familia, que «está contenta», y que nota el calor de la gente por la calle, lo que le hace sentirse «como en casa». «Todo el mundo sabe que nuestro primer objetivo es ganar un título este año», añadió, recordando que es en Zurbano donde se va a disputar la Final Four, matizando que «no tiene que haber presión por ello».

Valoró en positivo que se haya mantenido «la mayoría del equipo», lo que va a ayudar a comenzar la competición mejor que el ejercicio pasado y ser un equipo grande, que suele caracterizarse por «llevar muchos años juntos».

Cinco fichajes en GBC

En Gipuzkoa Basket ha ocurrido justo lo contrario. Ha habido una gran renovación en el vestuario, con la llegada de hasta cinco fichajes y la novedad en el banquillo de Sergio Valdeolmillos. La marcha de Norel –jugador más valorado de la ACB–, Clark y Agbelese se ha visto compensada con la entrada del escolta Garret Nevels, el pívot Mouhamed Barro, el tirador Alberto Corbacho, el ala-pívot Vyacheslav Bobrov y el también pívot Beqa Burjanadze.

Gipuzkoa Basket pierde altura –Barro, con 2,05 es su pieza de mayor envergadura–, por lo que está obligado a realizar un baloncesto rápido y basado en su lanzamiento exterior. Valdeolmillos ha decidido, además, que tres jugadores jóvenes vinculados al Iraurgi, de LEB Plata, completen los entrenamientos.