Se está convirtiendo en una costumbre cada vez más arraigada entre los conjuntos vascos, que seguramente tendrá su justificación en términos de profesionalidad futbolística, pero que también aleja a los clubes de sus aficiones, a las que tan apremiantemente se recurre cuando las cosas van mal dadas. Hablamos de la moda que se ha instaurado de trabajar a puerta cerrada, sin luz, taquígrafos, ni hinchas, cuya frecuencia va ganando enteros a medida que pasan las temporadas.

De hecho, esta semana la Real no tendrá ni una sola sesión a la que puedan acudir sus seguidores, pues el técnico txuri urdin, Asier Garitano, ha establecido que los tres entrenamientos previos a la disputa del choque contra el Leganés sean sin presencia de medios y público. Desde hace años, es norma habitual en la entidad guipuzcoana que la mayoría de los entrenos se realicen cerrados a cal y canto, pero también que al menos una sesión sea de carácter abierto, cosa que no va a suceder a lo largo de la presente semana.

Y es que, después del valioso triunfo cosechado en el Estadio de la Cerámica, el entrenador de Bergara quiere cuidar al máximo cualquier detalle y no dar ninguna pista sobre los planes que tiene pensado realizar ante su exequipo. Una segunda victoria consecutiva ante los pepineros supondría un hecho poco corriente en la reciente historia de la Real, acostumbrada últimamente a protagonizar malos inicios ligueros.

«Le guardo cariño al Leganés»

No será solo un partido especial para Asier Garitano, también para Joseba Zaldua, cuya cesión el ejercicio pasado en el Leganés y el gran papel que protagonizó le ha servido para regresar al equipo de su tierra como titular en el lateral derecho, que será difícil arrebatarle. «Fue un año muy bonito en lo profesional y personal, le guardo mucho cariño al Leganés, pero cuando el partido empiece eso queda al margen y lo prioritario será ganarles», explicó.

El defensa donostiarra le dio mucha importancia al triple logrado frente al Villarreal, «en un campo que no es fácil» y que refuerza a la plantilla txuri urdin en el proceso de asimilar las ideas de su nuevo entrenador. «Nos da margen para seguir trabajando y ganar en confianza, demostrando que vamos cogiendo los aspectos que quiere el míster. Todo cambio necesita de un proceso y cuesta asimilar los que ha habido, pero vamos en buena línea», especificó.

Como suele ocurrir en estos casos, un buen resultado siempre despierta ilusiones que a veces pueden ser demasiado precipitadas. «No tenemos que ponernos ninguna meta porque lo más importante es seguir trabajando, paso a paso. Si conseguimos plasmar en el campo lo que quiere el entrenador, este puede ser un año muy ilusionante, pero no merece la pena ponerse metas como la Champions o la Europa League, ya que eso sería contraproducente».