Malhumor

Ando muy malhumorado por culpa del humor malentendido. Un cómico, Rober Bodegas, tras recibir cuatrocientas amenazas de muerte ha decidido retirar de las redes un monólogo donde se hacía humor sobre o con sujetos de etnia gitana. Lo política mente correcto va a agotarnos. Crecen los clubes de aludidos y ofendidos, de tal manera que se está ahogando la libertad de expresión. Pone de muy malhumor ver que se está atacando desde todos los frentes a quienes se atreven a hacer un chiste, un chascarrillo, un dibujo sobre algo que se considera intocable. Los dogmas laicos parecen peores que los religiosos. El código penal se ha vuelto coercitivo y castrador en los asuntos de la libertad de expresión. la piel de demasiados colectivos se ha convertido en un campo de sensibilidades extremas, rozando lo insoportable por falta de tolerancia. Dicho por un cómico la barbaridad expresada por el papa Francisco de que a un niño que sea gay lo mejor es llevarle al siquiatra, acabaría con problemas porque se sentirían ofendidos los niños, los siquiatras y los gays. La frase papal entronca con una especie de humor ecuménico porque en la secta que preside hay un porcentaje demasiado elevado de depredadores sexuales que han abusado de menores de ambos sexos, pero con mucha tendencia a los querubines. Y solamente pide perdón tímidamente y no los manda ni a la fiscalía ni al siquiatra de prisiones. Ni siquiera les quita la sotana.

Nunca he sabido si en este rincón hay humor, resentimiento, análisis, opinión o simplemente que recibo consignas de mi ego, pero me ha dado por reírme de manera de cuñado desdentado al saber que Pablo Casado, el Niño del Máster, ha sacado de la Diputación Permanente del Congreso a Celia Villalobos. Tras diecisiete años encaramada al cargo. Celia malhumorada es un torbellino.