Raimundo Fitero
DE REOJO

Equis

Una equis o un interrogante es lo que mi magullado sentido común me lanza de manera constante, hasta convertirme en un zombi apolítico. No sé si voy o si vengo. Escucho y veo, leo, releo, analizo, vuelvo a mirar y ni siquiera ha cambiado el tiempo, la ola o la escenografía. Para mortificarme todavía más siguen los mismos diciendo lo mismo. Es una suerte de electroshock conspiranoico. O directamente paranoico. Catalunya sigue siendo dual, el reino de España se unifica y se perpetúa en la calentura arcaica de lo inviolable y lo inamovible. Escucho a Zipi y Zape pidiendo otra vez el 155 como si se tratara de un purgante o un analgésico. Antes estreñidos. Andan repeinados. Equis.

Mi juez favorito, el prevaricador, aparece de nuevo en la fonoteca del héroe Villarejos (acabará con todo el sistema él solo). Era una opción del PSOE para el ayuntamiento de Madrid y hacer una pareja de jueces, Ella, Carmena, limpia, Él, prevaricador y que ahora descubrimos con quién comía, almorzaba, cenaba y no se sabe si utilizaba los servicios del puticlub del excomisario. Qué nivelazo. En esas camas se implementaba la información vaginal, según el autor de la cita grabada. Y allí estaban Garzón y la ministra Delgado riéndole las gracias. Equis.

Un equipo de jueces del Supremo entre los que está el ridiculizado en Europa, Llarena, ha exonerado a Zipi Casado de sus pufos en del máster de la infamia. La jueza que instruía en un juzgado normal el caso, se siente desautorizada, reprende al Supremo por su descarado trabajo sucio, pero ante la evidencia, suspende las pesquisas. Se queda solamente con Cifuentes y dos o tres más. Aquí vemos cómo algunas sentencias in comprensibles por la ciudadanía están muy bien argumentadas en los lugares donde se sube en el escalafón de la Justicia española. Interrogante. Equis. Y zeta.