Soeren Kragh Andersen (Sunweb) y Bauke Mollema (Trek) ganaron ayer la París Tours y el Gran Premio Bruno Beghelli, dos carreras muy espectaculares por el nuevo trazado de la primera y las ganas que trasmiten los corredores en el final de año.

La París Tours presentó un recorrido diferente para desgracia de los sprinters que habían dominado en las llegadas de los años anteriores. La organización del Tour buscó un final espectacular con 12,5 kilómetros de tierra que, unidos a las cotas, rompieron una carrera en la que Niki Terpstra pagó su prepotencia y su complicado carácter.

Se marchó a 33 de meta con Andersen y luego se les unió el campeón del mundo sub’23 del año pasado Benoît Cosnefroy. El corredor del Quick Step era el más fuerte del trío y llevó el peso del trabajo, pero se enfadó con Cosnefroy, que no le daba relevos porque era el más débil de los tres y por detrás venía su compañero Naesen. Terpstra permitió a Andersen saltar a once kilómetros de meta, dejó la responsabilidad al del Ag2r, que no podía con su alma, y ya no le volvieron a ver al danés.

Gilbert, recuperado de su grave caída del Tour, pinchó a 37 de meta y fue capaz de remontar y llegar en el grupo perseguidor. Sylvain Chavanel se despidió del ciclismo con un puesto 45º a 4:02 y Jon Aberasturi fue el 54º y el único corredor del Euskadi Murias que pudo terminar en su despedida del equipo vasco.

Premio a la combatividad

Bauke Mollema encontró el premio ayer a la combatividad mostrada en los últimos meses, sobre todo en la Vuelta. Desató las hostilidades en la penúltima de las diez vueltas al circuito de trece kilómetros de la parte final del Gran Premio Bruno Beghelli. En el penúltimo ascenso a la cota de Zapollino lo intentó Kruijswijk (Lotto NL) y en la bajada aceleró Mollema hasta formar un grupo de ocho corredores junto a Trentin, Skujins, Bernal, Ballerini, Gavazzi y Montaguti. Justo cuando iban a ser atrapados por el pelotón en la última subida a Zapollino aceleró Trentin y tras él se fue Mollema, que al ser alcanzado, volvió a intentarlo hasta que a 2.300 metros de la meta se marchó en solitario y logró unos metros de ventaja que le permitieron lograr la victoria con seis segundos a un grupo encabezado por el Movistar Carlos Barbero.

David López fue el único vasco que pudo terminar la prueba. Antes, en una carrera femenina ganada por la italiana Elisa Balsamo, lograron acabar Ane Santesteban, en su despedida del Alé Cipollini, y Aroa Gorostiza.

Mikel Landa abandonó tras una caída

Mikel Landa sufrió una caída ayer en el Gran Premio Bruno Beghelli que no parece importante, pero que le llevó a abandonar. El equipo Movistar trasmitía después en las redes sociales que «ha sufrido un golpe en la espalda, aunque sin consecuencias serias, y ha decidido no continuar por precaución tras los incidentes que le ocurrieron durante el verano».

Mikel Landa sufrió una grave caída en la clásica de Donostia el 4 de agosto, en la que sufrió una fractura sin desplazamiento de la apófosis espinosa de la vértebra lumbar 1. Esa lesión requería entre dos y tres semanas de reposo para recuperarse e intentó apurar para llegar a la Vuelta que empezaba el 25 de agosto y al Mundial del 30 de setiembre sin conseguirlo.

Ha participado en cinco clásicas en Italia en las últimas semanas y no ha conseguido terminar ninguna de ellas y la caída de ayer lo único que hace es golpear su cuerpo y su moral porque ya en el Tour sufrió otra que mermó sus opciones en la general.J.I.