Aire
Al final del día, se necesita aire limpio para sobrevivir. La televisión generalista va cargada de muchos metales pesados que te dejan los reflejos mentales muy endurecidos, por lo que hay que buscar lo que te desinfle el globo de la mierda partidista atolondrada en la que se ha convertido este mundo de trúhanes, farloperos peinados a navaja que inundan de ruido todos los espacios convivenciales.
Yo opto por buscar la mirada crítica y sarcástica. “El Hormiguero” se parece mucho a un apósito de aloe vera para los glúteos; “El Intermedio” se coloca en un discurso bastante beligerante contra la idiocia de Zipi y Zape, con momentos realmente intensos contra el neofranquismo imperante. En general desde las veintiuna horas hasta la una de la madrugada, es en #0 donde podemos encontrar una sucesión de programas que, si están afinados, te alegran el tránsito a los brazos de Morfeo.
“Wifileads” es muy desigual en sus logros, van bien sus escenificaciones, han logrado que el colaborador virtual encuentre su punto justo y la pareja de presentadores funciona, aunque con momentos que se recargan mucho en sus chistes relacionales. Es un buen entrante. El pasado martes volvió “Loco Mundo”, que arrancó con un estupendo monólogo de Quequé, sobre una noción abrasiva de España. Sus dos compañeros mantienen el tono. Le siguió “Ilustres Ignorantes”, media hora de humor verbal, imaginativo con inteligencia y desbloqueo de prejuicios. Y el bloque de Buenafuente y Broncano, uno detrás de otro, para proporcionar dos horas estupendas. En “Leit Motiv”, los martes está Bob Pop, una analista fenomenal del momento político y cultural. Es subdirector del programa. En “La resistencia” Broncano acabó mal con su invitado, el youtuber Wismichu. Mal rollo, el aire se fue viciando.