Los expertos científicos están redefiniendo algunos de los conceptos o dogmas con los que hemos ido construyendo nuestra propia existencia. La relación de los seres humanos con la distancia, el peso, el tiempo medido o la carga que lleva una conducción eléctrica. En Francia se está celebrando la vigésimosexta Conferencia General de Pesos y Medidas que va a redefinir el Sistema Internacional de Unidades en base a constantes fundamentales y se utilizarán los últimos conocimientos para que con el análisis de la carga del electrón o la mecánica cuántica se sepa exactamente qué es un kilo o un amperio. Por no entrar en otros vericuetos que estos científicos cuando se ponen se cuestionan hasta lo que es un segundo, cosa que dejarán para otro encuentro.

Y es que las medidas y pesos que hemos ido utilizando desde siglos, tenían la exactitud del momento, pero hemos avanzado tanto, que por ejemplo un GPS debe tener todo perfectamente medido porque cualquier mínimo error se puede traducir en kilómetros o en la utilización de ciertas técnicas en los quirófanos en donde cualquier desviación, por mínima que sea, puede ocasionar una desgracia. El kilo se definió en el siglo XIX como la “masa de un decímetro cúbico de agua destilada a la altura del mar y a cuatro grados centígrados de temperatura”. Después se logró un cilindro con una aleación de platino e iridio que se consideró el Kilo ideal. Pero han comprobado que sin saber por qué, ese objeto ha perdido cincuenta microgramos. Un problema que se está resolviendo. Por lo tanto, podremos reclamar a panaderías, pescaderías, carnicerías, fruterías y surtidores de gasolinas, básculas y balanzas, esos cincuenta microgramos menos que sumados pueden ser unos cuantos kilos. Sobre los amperios espero a las conclusiones finales. Pesos y medidas.