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El orden de los factores no altera el producto


Dice una de las reglas de la multiplicación que el orden de los factores no altera el producto y tuvo que ser este elemental aserto el que llevó al PSOE y al PP a elegir para presidir el Tribunal Supremo y el CGPJ a Marchena, antes de que hubieran sido nombrados los vocales que, teórica y legalmente, debían elegirle mediante votación. ¿Qué más da designar primero al que se ha de elegir y luego a los electores, si el orden de los factores no altera el producto?

Marchena es el presidente de la sala 2ª del Tribunal Supremo, encargada de juzgar a los abertzales catalanes, y su esposa directora de la Escuela Judicial, y, además, ha sido la candidata con más avales para ser vocal del Consejo que los dos partidos hegemónicos en España habían decidido que presidiera su marido.

¿Y la niña? Pues la niña de Rajoy, se hizo famosa en su día como «los chuches», pero la de este matrimonio, Sofía, es de récord mundial: sacó la plaza número 36 en una oposición para fiscales en la que tan solo se convocaban 35 plazas. Las malas lenguas hablaron de nepotismo, porque en la operación para su nombramiento intervino su madre; y otros veían la mano de Lesmes, actual presidente del Tribunal Supremo y del Consejo, y la de papá Marchena, pero la comisión de selección, ya aclaró que todo era legal, aunque antes no hubiera ocurrido nunca. Habladurías envidiosas.

Marchena parecía feliz con el dedazo y saludaba a la prensa (dientes, dientes) pero la inoportunidad del exjefe máximo de la policía le ha helado la sonrisa.

Sabido es que la clave del éxito de todo buen equipo está en la defensa y el portero. Si se asegura la zaga todo lo demás vendrá por añadidura. Y eso es lo que dice el WhatsApp de Cosidó, que van a controlar la Sala Segunda y la del 61 desde atrás. Lo malo es que el elemento nuclear para el ejercicio de ese control parece pivotar en la figura de Marchena y en su «autoritas» para lograr la unanimidad. Para lavar su dañada imagen Marchena se retira y la crisis del Tribunal Supremo de las hipotecas y del procés se agiganta.