En medio del caos de Westminster, hay pocas certezas en cuanto a dónde se producirá el próximo traspiés del circo del Brexit.

El Brexit comenzó como una disputa entre los chicos ricos del ala derecha del partido Tory. Irlanda del norte o del sur nunca fueron una preocupación para ellos, pero todos pagaremos el costo durante generaciones.

El Brexit representa una gran amenaza para la vida social, económica y política de la isla. La puesta en marcha del Brexit podría traer la imposición de una frontera dura en Irlanda.

Es por esa razón que la mayoría de las personas del norte, de todas las comunidades y orígenes, votaron en contra. Sabían que devastaría la economía, les despojaría de derechos y socavaría nuestros acuerdos políticos.

Por ello, inmediatamente después del resultado del referéndum, el Sinn Féin se embarcó en una ofensiva diplomática en toda Europa advirtiendo sobre los peligros del Brexit y demandando una solución única para el norte que respetara la voluntad de la mayoría de los votantes.

A través del intenso cabildeo en Bruselas, Estrasburgo, Dublín y Londres, el Sinn Féin lideró y construyó el apoyo a la idea de que la posición contraria en toda la isla y los acuerdos de paz requerían una solución única para el Brexit.

Nuestro estatus especial para el norte dentro de la UE buscó garantizar que no hubiera una frontera dura, que se respetarán los derechos de los ciudadanos y que se protegerá el Acuerdo de Viernes Santo en su conjunto.

A medida que la perspectiva de no llegar a un acuerdo para el Brexit se hizo más probable, dejamos claro que el norte necesitaba permanecer en la unión aduanera y en el mercado único para evitar que nuestra economía se vea arruinada por los tories y sus aliados del DUP.

Eso se reflejó en un seguro que acordaron la UE y el gobierno británico. Pero tan pronto como se acordó, el gobierno británico, como hace siempre, comenzó a tratar de renunciar a sus compromisos.

Nuestra posición permanece invariable. Ese seguro debe ser mantenido y protegido. Proporciona una solución final y es nuestra póliza de seguro contra los peores excesos del Brexit, que sabemos será un desastre. No es perfecto y tampoco lo es el acuerdo de retirada. A fin de cuentas no existe algo que sea un buen Brexit.

Todavía hay cuestiones que preocupan y que requieren aclaraciones, particularmente en relación con las cuestiones de derechos y representación.

En el transcurso de los últimos días, el Sinn Féin se ha reunido con An Taoiseach y An Tanáiste y ha estado en contacto con Theresa May sobre todas estas inquietudes.

Los partidos pro-permanencia representan a la mayoría de las personas en el norte y están luchando por sus intereses. Por el contrario, el DUP está pisoteando activamente los intereses de las personas y las empresas del norte en su temerario apoyo a un Brexit Tory aún no definido.

El Sinn Féin continuará apoyando a todos los partidos que abogan por defender los derechos de los ciudadanos, nuestros intereses económicos y nuestros acuerdos frente al Brexit.

Continuaremos presionando al gobierno irlandés para que actúe en interés de los ciudadanos, del norte y del sur, y para que Taoiseach mantenga su promesa de que los pueblos del norte «nunca más serán abandonados» por el gobierno irlandés.

Cualesquiera que sean los giros que tome la debacle del Brexit, se debe mantener el seguro acordado. No puede ser sacrificado en un intento de salvar la enfermiza carrera de Theresa May, o las agendas de la línea dura de los Brexiteers en el partido Tory o en el DUP.