Jon ORMAZABAL
Pelota

Ya son fieles a su esencia

A pesar de unos problemas estomacales del zaguero de Bergara, Elezkano y Rezusta lograron ahogar en suritmo a un Altuna III desacertado y a un Martija dominado, que se dejaron la imbatibilidad en el Labrit.

ALTUNA-MARTIJA 17

ELEZKANO-REZUSTA 22


Por si alguien tenía dudas, los vigentes subcampeones del torneo, Elezkano II-Rezusta, demostraron ayer en el Labrit que son una dupla muy a tener en cuenta en este Parejas. Tras el fiasco del siempre complicado debut en casa del zaguero y el atípico partido de Barcelona, necesitaban el de Zaratamo y el de Bergara un partido de los de verdad para calibrar su estado y comprobaron que, apelando a su esencia, han adquirido ya la velocidad de crucero que los pone en la parte alta de la tabla.

Y eso que Beñat Rezusta tuvo que pasar por vestuarios tras el 3-4, aquejado de una indisposición. Txema Urrutia le forzó el vómito y el resultado fue inmediato. El de Bergara puso una pelota prácticamente en el rebote y dio comienzo a un dominio que fue capaz de mantener durante todo el partido a pesar del consiguiente malestar.

Con su recuperación, Beñat Rezusta puso el primer cimiento de la victoria, porque eso les permitió llevar la iniciativa del juego y poner un ritmo de partido que muy pocos son capaces de revertir.

Ayer se enfrentaron las dos únicas parejas que repiten del pasado ejercicio y la química en ambas es notable, pero los subcampeones mostraron otra solvencia frente a la efusividad de la pareja más joven. Junto a Rezusta, Danel Elezkano muestra siempre su versión más competitiva, las pelotas le salen con chispa de las manos, lo que le permite ahogar a sus rivales.

Peleado con la chapa

Aunque Jokin Altuna terminó muy enfadado con su actuación personal, no se puede decir que los colorados perdieron su imbatibilidad en un mal partido por su parte, pero los fogonazos no son suficientes ante una pareja que defiende tanto y regala tan poco, con el 14-5 en el que Rezusta se defendió de volea, cubrió el txoko y respondió a la dejada de Altuna con otra al ancho como mejor exponente.

Martija cumplió en su papel, pero sin poder pasar a dominar en ningún momento, lo que obligó a Altuna a entrar desde lejos, con la consiguiente factura en errores, a los que también se sumaron las cuatro chapas que pegó el amezketarra. Eso sí, vendieron cara su derrota, pero su intermitencia no fue suficiente ante una pareja que goza de semejante empaque.