El actor Óscar Reyes, nacido en Tokio, hijo de una bailarina de flamenco y de un ciudadano oriental, interpretaba el personaje Machu Pichu en aquella serie fantástica, por exagerada y penetrante en los tópicos. Trabaja de camarero en el bar del facha de la calle, todos creíamos que era andino, pero su origen es el antes mencionado y le acabo de leer unas declaraciones que son muy interesantes: «viendo la televisión en España, parece que todos los habitantes son blancos». Y es cierto, no hay personajes de color en las series, no hay diversidad en los presentadores y conductoras, por lo que esta apreciación del actor es muy pertinente porque quizás sea una de las mejores maneras de detectar los problemas sociales, de xenofobia, de racismo de baja intensidad que sufre la sociedad. Es lo contrario casi que en el fútbol. Y perdonen la digresión, pero los equipos del premier, de la Liga alemana o francesa, tienen un porcentaje elevado de jugadores multirraciales, preferentemente afros. Si se ven jugar las selecciones de Inglaterra y Francia, por ejemplo, lo raro es que haya jugadores blancos y rubios. La inmensa mayoría son de origen africano, nacidos en esos países o nacionalizados, pero formando una imagen muy rotunda. Pero en la Liga, habiendo jugadores de origen africano u orientales, son una minoría, y hay equipos que pueden jugar años, sin la presencia de ninguno. Y en los grandes equipos son la minoría, aunque pueden ser de los mejor valorados. Todo esto viene a cuento de la realidad, de lo que vemos en la calle, claro depende por qué calles y de dónde pasees, pero tenemos cada vez más conciudadanos africanos y es cierto, no se ve reflejado en nuestras series o programas. Y cuando salen de manera episódica es con personajes marcados por un racismo de baja intensidad que se hunde en los tópicos de los que Vox se alimenta.