Aproximación

En el mundo del fútbol encontramos más aproximaciones a la realidad social que en muchas facultades de sociología y, desde luego, que en las de periodismo o comunicación. Un equipo alemán de fútbol masculino tiene una entrenadora que es pionera, ya que es la primera mujer que realiza esta función en un equipo profesional. En una entrevista, un periodista le preguntó si cuando entra al vestuario avisa para que sus jugadores se tapen, a lo que ella contestó: «Evidentemente que no. Soy una profesional. Selecciono a mis jugadores por el tamaño de su pene». He visto titulares en varios medios de comunicación que no le plantan ninguna advertencia a esta aseveración y crean un problema que no existe. A una pregunta idiota, sexista, muy reiterada en su formulación y tono machista bañado de ñoñería, le contestó con una ironía total, como para acabar de una vez por todas con tan incapacidad para entender la normalidad en el ejercicio de labores profesionales donde no existe ningún componente diferenciador entre géneros. La respuesta denota el carácter y la claridad de sus ideas de la entrenadora  Imke Wübbenhorst. 

Se sedimentan con mucha celeridad conceptos erróneos, traslaciones de una realidad por todos vista, como es el caso de Dani Mateos, que ha sido, de momento liberado del proceso judicial, pero en el que se insiste de manera tozuda en decir que se limpió los mocos con la bandera española. Y no es cierto. Simuló, teatralmente hacerlo. Que es una cosa muy diferente. Era un acto de representación de carácter humorístico. Repetimos la idea, la motivación, una aproximación racional a los hechos. El actor que interpreta a Hamlet no mata a nadie, lo mata, de manera simulada, el personaje. No es lo mismo que Inda, que él sí que mata a la verdad, a la ética. Los programas que le pagan son cómplices cooperantes.