Un mal arranque condena y obliga a remar al Bera Bera
El domingo recibirá al líder Podravka Vegeta con la obligación de ganar y con la vista puesta en Dinamarca.
BERA BERA 28
NYKOBING FALSTER 36
En la competición europea un buen inicio no te asegura nada, pero un mal arranque te puede llevar a la condena. Y Super Amara Bera Bera lo sufrió en sus propias carnes. No entró bien al partido ante un rival que no estaba dispuesto a regalar nada. Y era lógico. La victoria de Podravka Vegeta ante SCM Craiova daba alas al equipo que saliera vencedor en Donostia. Y el Nykobing Falster sumó esos dos puntos de oro que ahora le colocan como segundo del grupo.
La balanza se inclinó nada más comenzar el partido. Además del marcador de 1-6 en los primeros siete minutos −que obligó a Imanol Álvarez a parar el tiempo−, Cardoso fue expulsada con roja directa al golpear en la cabeza de la guardameta el disparo desde los 7 metros. Las hermanas Bennani no dudaron en la decisión y la brasileña alentó al equipo desde la grada.
Unos ánimos que bien necesitaban sus compañeras y es que eran incapaces de parar la velocidad y la chispa de las danesas. La pibote Lagerquist se adueñó de los 6 metros (marcó 11 goles) y Arruda poco pudo hacer. El entrenador ermuarra vio la necesidad de cambiar las piezas defensivas y −casualidad o no− con la entrada de Castellanos y Sans, el Bera Bera se impuso en defensa. Con el 9-14 en el marcador, el entrenador visitante tuvo que parar el tiempo para ordenar a sus jugadoras pero lejos de lograrlo, las donostiarras consiguieron encadenar un parcial de 7-1 en seis minutos. Del 6-13 en el minuto quince, hasta ponerse a solo un gol de las danesas (13-14). Estalló Gasca de alegría. Un pabellón Gasca que presentó una imagen notable, presionando a las rivales y alentando cada ataque del Bera Bera, con la compañía de la charanga.
Se fueron diluyendo
Cuando parecía posible la remontada, el Nykobing Falster le devolvió la jugada al Bera Bera con un parcial de 1-5. El gol de Elke Karsten desde los nueve metros en la última jugada de la primera parte daba esperanzas a un Bera Bera que iba a empezar atacando la segunda parte con el marcador de 17-20. Marcó Arderius el 18-20 pero las pérdidas constantes en ataque condenaron a la escuadra local, además del enfado con las cole- giadas que iba en aumento. Sea como fuere, en un abrir y cerrar de ojos, el luminoso de la cancha mostraba el 20-26 en el minuto 37 y, aunque un gol de Karsten apretó el marcador a tres tantos −esa distancia duró hasta el minuto 47−, nada pudieron hacer las donostiarras.
El partido se rompió, y no hubo quien detuviese a las danesas. Ocho goles de distancia reflejan lo caro que se pagan los errores en Europa, y sobre todo en la fase de grupos de la EHF Cup. Ahora le espera el líder.