Tontos
Hay una inmensa variedad de tontos. En un anacrónico programa que emite TVE dedicado a los toros se calificó de tontos a los ecologistas. O a los animalistas. O a los defensores de los animales y de quienes están en desacuerdo con la celebración de esos rituales de tortura y muerte de unos mamíferos de entre cuatro y cinco años en lugar público entre el sol y la sombra. Para estos fanáticos son tontos todos los que no son capaces de entender las razones por las que se exalta esta ceremonia trucada, esta manifestación de españolidad, machismo, una salvajada.
Es cierto, la tauromaquia ha dado en tiempos pasados literatura de gran calidad. Ha contribuido al lenguaje habitual. Ha sido un entretenimiento popular. Había mitología, leyenda, potenciación desde el régimen franquista. Han pasado los tiempos. Se sigue manteniendo en ese territorio fronterizo de considerarla parte de la cultura. Pero existe una postura en gran parte de la sociedad que repudia estos asuntos turísticos y violentos. De tal manera que es la extrema derecha la que reclama su valor identitario e insiste en hacer bandera de españolidad.
Pero los tontos crecen. Y llamar tontos a los animalistas desde un ente público es una desfachatez. Han pedido perdón. Pero deberían pedir perdón por mantener en nómina y presupuesto a un programa tan casposo con “Tendido cero”. Y con una audiencia auténticamente residual. La ven ellos, los que salen, que son casi siempre los mismos y lucen sus famosos «fachalecos», para promocionar sus propios negocios. Y ocupan espacio en La 2, y en el Canal Internacional, lo que contribuye a dar una imagen folclórica de su propia marca. Por cierto, en algunos canales autonómicos, Canal Sur y Tele Madrid, se emiten corridas en directo de manera habitual. Un asunto político de interés general.