El colombiano Daniel Avellaneda (Bogotá, 1997) fue segundo el domingo en el Trofeo Guerrita de la Copa de España, una recompensa para el Eiser Hirumet, que la disputa para asegurarse la participación en las tres pruebas guipuzcoanas.

Josu Atxotegi, responsable del equipo, explica a GARA que «hacemos un sacrificio económico y humano porque nadie vive de esto en nuestro equipo. Es el segundo año que corremos la Copa y el primero salió mal. Este año teníamos dudas porque no sabes cuantas invitaciones van a dar en cada carrera, hasta este año eran tres, y al ser vizcainos lo teníamos complicado para las tres vascas porque hay tres equipos guipuzcoanos. Estábamos con la incertidumbre y decidimos apostar, al final este año en vez de tres son seis y el año que viene se valorará porque somos un equipo humilde. Es muy triste que organicemos dos carreras en Durango y Urduliz para todos los equipos vascos y que no podamos correr en las tres mejores de Gipuzkoa».

A nivel deportivo destaca que «un segundo puesto es muy importante con un corredor colombiano, pero formado en nuestra cantera, porque estuvo dos años en juveniles. Esperamos que sea un punto de inflexión sabiendo que ya tenemos un corredor que puede ganar y estamos seguros de que alguna va a ganar en los tres meses que estará con nosotros por ahora por el tema de visado. Si todo va bien estará hasta mediados de mayo y correrá Bidasoa».

Un segundo puesto dulce

Avellaneda, que está en su cuarto años como sub’23, solo ve lo dulce de un puesto que muchas veces es amargo: «Hacer segundo en la Copa de España es muy importante para mí y para el equipo, que me ha ayudado mucho. Todos queremos ganar, pero esto nos da confianza a mí al equipo y espero que sea el principio de muchas cosas buenas».

De la carrera destaca que «los directores me pidieron que me reservara para el final porque iba a llegar un pelotón reducido y el objetivo era disputar el sprint. El equipo me ayudó para entrar bien en el puerto, en el que el objetivo era guardar y en la llegada lo intenté hacer lo mejor posible. Quiero agradecer a los corredores del equipo, directores y a los auxiliares que me ayudan todo lo que pueden».

El Eiser es un equipo de cantera y el colombiano se formó en ella porque corrió dos años en el Punta Galea en juveniles: «He aprendido a correr en el País Vasco. En Colombia empecé a andar con mi hermano y le cogí el gusto a la bicicleta y mi director contactó con Mikel Guinea para que viniera aquí los dos años de juveniles. Tras tres años en los que he estado en Colombia, en los que llegué a correr en Argentina y logré buenos puestos, otra vez estamos aquí dando de qué hablar, para ir paso a paso y espero que las cosas salgan bien. Me gustaría quedarme toda la temporada porque me han arropado muy bien y podemos hacer un buen año. A ver si logramos hacer algo para no tenerme que ir a los tres meses».

En Colombia vive en Bogotá a 2.500 metros de altura: «Es una ventaja, pero al final la carretera y el ritmo de carrera pone a cada uno en su sitio. El cambio de estar en Colombia es que aquí se corre más en equipo. Allí siempre estaba en el Top 10, pero sin ganar ninguna carrera».

Se considera un «corredor todo terreno. La alta montaña me cuesta un poco por el peso, pero sí paso bien otros puertos y tengo un punto de velocidad en el sprint. Pasar el domingo un puerto de quince kilómetros y llegar en un grupo pequeño me da una confianza muy grande. Intentaré aprovechar mis cualidades sin meterme mucha presión y ganar carreras sería importante para mí y el equipo».

El domingo disputará la Aiztondo Klasikoa: «El objetivo es hacer una buena carrera y pelear la victoria. Los puertos cortos de dos kilómetros me vienen bien y espero estar ahí. Mis objetivos son el Valenciaga y Bidasoa, las dos pruebas que tengo marcadas. Hay que ir carrera a carrera y quiero aprovechar cada oportunidad para ganar. La temporada es corta y quiero ganarme el salto a profesionales, que es el sueño de todo ciclista. Es el objetivo a largo plazo, pero ahora estoy aquí para hacer buenas carreras y conseguir victorias para el equipo», dice un ciclista que tiene como ídolos a Alaphilippe y Valverde.