Opresores
Ultras del Inter homenajean a un neonazi, hinchas griegos atacan el banquillo del rival y un club «indígena» de Ecuador hace historia.
Cuentan que Elena Ceaucescu, esposa y mano derecha del dictador Nicolae, siempre tuvo como referente a Isabelita Perón, en especial su papel de madre de la nación, y es que, dicen que dijo, «si la puta de un nightclub de Caracas lo consiguió ¿por qué no una mujer de ciencias?». Sus caprichos, como que cualquier empresa japonesa que quisiese negociar con Rumanía le regalara perlas negras o los abrigos de visón del matrimonio Carter, dicen que los calcó de Imelda Marcos, mujer del infausto dictador filipino, la de los 1.220 pares de zapatos en sus armarios del palacio presidencial de Malacañang. Gheorghiu Dej, que fuera primer líder comunista de Rumanía, prohibió una vez la entrada a los estadios de fútbol a la ególatra Elena después de que esta se peleara en un estadio con Martha Drăghici, esposa del ministro del Interior. La primera era hincha del CCA, años después Steaua, club del Ministerio de Defensa, que aquel día jugaba contra el Dinamo, del Ministerio de la Policía, que presidía Martha. Hablamos del eternul derby București o ‘derbi eterno’ de Bucarest, la ciudad asentada sobre siete colinas y residencia de Vlad el Empalador.
En el venido a menos balompié de los Cárpatos, ni uno ni otro dominan la liga, liderada por el transilvano Cluj –fundado como equipo húngaro–, en el que hasta la semana pasada militaba el brasileño Julio Baptista, 37 años, exSevilla o Madrid, que acaba de rescindir contrato tras llegar en agosto después de dos años en blanco, y haber jugado apenas 50 minutos. El ‘pichichi’ del campeonato se llama George Tucudeam, quien golea para el líder, y proviene de una familia adinerada. En su fugaz paso por Bélgica, dejó a sus compañeros del Standard de Lieja con la boca abierta cuando acudía a entrenar luciendo toda su gama de vehículos de lujo (Ferrari, Porsche, Mercedes...), al punto que se pensaron que eran robados.
El Cluj es el dominador del balompié local, lo que no impide que en su ciudad sus seguidores, que son minoría, estén a merced de los violentos ultras de su rival, el Universitatea Cluj, identificado con el nacionalismo rumano, hermanados con los del Dinamo, y los cuales odian al nuevo ‘rico’ Cluj hasta llegar a agredir a sus jugadores.
El que no discute desde 2016 el dominio de Steaua, Dinamo o Cluj no es otro que el histórico Rapid de Bucarest, descendido en 2016 por quiebra, ahora purgando penas en la segunda división y con muchas posibilidades de ascender la temporada que viene, en la que se toparía con sus rivales Steaua y Dinamo.
El Rapid siempre ha sido considerado el equipo de los gitanos de Bucarest, y sus adversarios no pierden oportunidad de recordárselo. Los dinamovistas les llaman ciori, es decir, ‘cuervos’, gitanos, y alguna vez ya han mostrado pancartas del tipo “¡Un millón de cuervos, una única solución=Antonescu!’’, recordando al dictador rumano aliado de Hitler, y responsable de matanzas de judíos y gitanos.
Entre Milan e Inter la rivalidad se ciñe a lo meramente deportivo, aunque los tifosi nerazurri suelen sacar su ‘patita’ a pasear, como en el derbi della Madonnina de esta jornada. Los ultras de la Curva Nord recibieron a los suyos con una coreografía dedicada a Daniele Belardinelli y su grupo Blood and Honour Varese. El ‘angelito’ era un radical interista, muerto en un enfrentamiento con rivales del Napoli, y creador de esa organización nazi Blood and Honour, nombre tomado del Blood & Honour británico, fundado en la década de los ochenta inspirado en el lema original Blut und Ehre! de las Hitlerjugend o Juventudes Hitlerianas.
Primera derrota de la Juventus
El Inter será sancionado, pero no por estos gestos de sus ultras, sino por proferir insultos racistas hacia un jugador negro del Milan. Una suerte para Alphonso Davies jugar en la Bundesliga. De nacionalidad canadiense, de padres liberianos y nacido en un campo de refugiados de Ghana, el domingo marcó en el 6-0 del Bayern, convirtiéndose en el más joven en hacerlo para los bávaros, a sus 18 años. Jugador a seguir de cerca: segundo debut más precoz en la MLS, jugador más joven en dar diez asistencias en esa liga y con 16 años el goleador más joven con la selección de Canadá.
En lo meramente futbolístico en Italia, el Inter se volvió a llevar el derbi milanista: ganaba 0-2, empate rossonero y final 2-3. Con esta victoria se coloca tercero en Serie A. Campeonato en el que la sorpresa la dio el Genoa, al infligir a una Juve sin Cristiano Ronaldo su primera derrota este curso, 2-0. No perdía desde abril contra el Napoli (31 partidos), y ya no podrá proclamarse como campeón invicto, hito que sí lograra en la 2011-12.
La Vecchia Signora era el único equipo de las cinco grandes ligas que hasta ahora no sabía lo que era perder. Llegados al parón de selecciones, solo quedan invictos en competiciones UEFA el PAOK griego, el Estrella Roja serbio, el Macabbi israelí, el Slovan de Bratislava y el Kalju estonio que ya acabó su liga.
El PAOK marcha líder en la volcánica liga helena, seguido por un Olympiacos que vio como su derbi de Atenas contra el Panathinaikos se suspendía primero durante cinco minutos, después de que hinchas de este último invadieran el terreno de juego para dirigirse al banquillo rival a lanzar gases lacrimógenos a los jugadores, y luego de manera definitiva en el minuto 70 ante los incidentes fuera del estadio Spiros Louis entre aficionados y policía.
El partido que se detuvo también unos minutos por causa de ‘los de siempre’ fue el que jugaban Blooming y Wilstermann en la liga boliviana, tras los insultos a Serginho, cuando iba a patear un córner, por el color de su piel negra, y que llevó al brasileño a irse del césped. Eso sí, el futbolista ha sido denunciado por haber provocado previamente a la hinchada y el propio Blooming le pide sanción.
El que debería estarlo a perpetuidad por su ineficacia cara al gol es el Nacional de Potosí, que en su duelo de la Copa Sudamericana ante el Zulia venezolano perdió 0-1 en el minuto 92 después de haber rematado ¡52 veces a portería! El guardarredes visitante, Leo Morales, a sus casi 41 años fue el héroe, ayudado por los postes y quién sabe si esos 3.976 metros de altitud, donde como decía el seleccionador argentino Daniel Passarella, a esa altura, «la pelota no dobla», tras jugar en Quito.
Este martes, por cierto, debutó por primera vez en su historia en la Copa Sudamericana el Mushuc Runa ecuatoriano, singular club surgido en 1997 tras una grave crisis financiera en el país y que golpeó de manera directa a la comunidad indígena. Luis Chango, hoy presidente vitalicio de la entidad, creó una cooperativa de ahorro y crédito para ayudar a su gente, y después, en 2003, surgió el equipo de fútbol como excusa contra el racismo que sufre este pueblo en toda América. Su escudo recoge el símbolo del poncho, de ahí que se les conozca como los ‘Ponchitos’ y en cada partido los jugadores salgan ataviados con esta característica prenda indígena. Desde 2018, en que ascendió a la primera división, juega en su nuevo estadio, a 3.246 metros sobre el nivel del mar, pero quizá lo más importante es que emplea como club a más de doscientas personas, la mayoría indígena. El martes, empató en casa del Unión Española chileno.
El clásico mexicano
Romper barreras mentales con un balón en los pies, de eso se trata, como el Ingolstadt de la Segunda alemana, que lució una camiseta especial ante el Paderborn en defensa de su jugador israelí Almog Cohen, que recibió insultos antisemitas en Twitter. La camiseta decía: ‘‘¿Extremo derecha? Solo en un 4-3-3’’.
Solo hubo fútbol y disputa en el caso del clásico mexicano por excelencia, donde la rivalidad habla de ricos contra humildes, capital contra provincia, nacionales contra extranjeros, cartera contra cantera… Enemistad fraguada a finales de los cincuenta, cuando Chivas de Guadalajara, solo con futbolistas patrios, imponía su dominio y el magnate televisivo Emilio Azcárraga se hizo con el América y retó al ‘Campeonísimo’: «Las Chivas son el bueno de la película, con sus jugadores mexicanos, nosotros vamos a comprar a los mejores extranjeros, y nos convertiremos en el villano». Enésimo ‘clásico nacional’ jugado el fin de semana, con victoria visitante de las ‘Águilas’ del América.
Como decía la activista negra Assata Shakur, «nadie en la historia ha conseguido nunca su libertad apelando al sentido moral de sus opresores». Y en este fútbol, como en la vida, menos.