APR. 06 2019 DE REOJO Dos mil Raimundo Fitero En este ruido se escuchan algunas de esas palabras tránsfugas, que en según que bocas se escuchen, hieren y en otras abren ventanas de fe en la humanidad. Pongamos que quiero decir dignidad y hoy solamente me lleva a una imagen amorosa, de entrega, la ayuda a dejar de sufrir ejecutada por Ángel Hernández con su compañera María José Carrasco. Le llaman eutanasia, pero es conmiseración. Diría más, es Justicia. Un caso muy televisado. Hasta en sus últimos instantes. Esta pareja recorrió durante años muchos platós, reclamando una ley justa para acabar con esta inhumanidad del sufrimiento extendido. Pongamos que seguimos hablando de dignidad, justicia y reparación y entonces nos colocamos en La 2 que emitió en abierto un magnífico documental de esos que colocan la memoria histórica en una clave adecuada, sin estruendos, sin demagogias, en el terreno de la normalidad democrática sustraída, contra la ocultación y el mantenimiento del discurso franquista. “El silencio de los otros” debería ser material didáctico en todas las escuelas, institutos, facultades y sedes de partidos. Quizás una redifusión obligada en cada mitin de estas campañas. Resulta que como quien no quiere la cosa “El Intermedio” celebró su emisión número dos mil. Lo hizo con una gala, que es la peor ocurrencia sucedida tras las mil novecientas noventa y nueve ocasiones anteriores. Una manera de distender, pero fueron mejor los momentos grabados, que los del directo. Hay que celebrar esta existencia, su continuidad, el equipo de guionistas, de presentadores, ese aire crítico y cachondo que destila cada día. Parece una fórmula que se acomoda con ajustes inteligentes, no con reformas superficiales. Lo que nos gusta es su acidez, su tono, su capacidad para acompañarnos con humor ácido en estos días oscuros que anuncian días peores.