Seguro que los protagonistas preferirían haber descorchado el cava hace un par de semanas. Pero para el espectador neutral es difícil imaginar un final de temporada más emocionante que el que se vivirá en el Grupo II de Segunda.

A dos jornadas del final, el Alavés lidera la clasificación. Como ha hecho durante todo el curso. Su ventaja sobre Osasuna, único que puede discutirle el título y, por tanto, el billete al play-off de ascenso, es de apenas dos puntos. Y ambos se enfrentan en la penúltima jornada, que se disputa mañana (12.00, ETB1) en un escenario de lujo, El Sadar, donde ya se sobrepasaron los 10.000 espectadores en el derbi con el Eibar.

Una final, en definitiva. Con ventaja para las gasteiztarras, que en caso de victoria serán matemáticamente campeonas y si empatan también dependerán de sí mismas en una última jornada en la que los dos rivales se enfrentan a los dos últimos clasificados –sin nada en juego, al no haber descensos esta temporada–: el equipo blanquiazul recibirá al Oiartzun y las rojillas visitarán al Atlético Revellín, farolillo rojo del grupo.

Los dos entranadores, en conversación con GARA, coinciden en que las horas previas se viven con «expectación» en ambas plantillas. «Esta semana no hay dolores», sonríe Joseba Basarrate, que solo cuenta con la baja de Hitomi Tomiyama, en la recta final de su recuperación de una lesión en la rodilla.

Tampoco hay nervios, aunque sí cierta inquietud. «La normal. Pero como comentábamos el otro día en el vestuario –recuerda el técnico albiazul–, sin sufrimiento no hay gloria. A todos nos habría gustado ganar al Athletic y llegar con cuatro puntos de ventaja. Pero bueno, vamos a pensar que si ganamos el domingo, el campeonato nos sabrá el doble o el triple de bien; cuanto más sufres, mejor suele saber después».

En el vestuario de Osasuna también se intenta llevar la semana con normalidad. «Claro que estamos inquietas, probablemente hasta el momento en que empiece el partido –reconoce Mikel Bakaikoa– pero tampoco demasiado. El final de Liga está siendo muy bonito, para el aficionado y también para nosotras, y creo que va a ser un día bonito para el fútbol, para todos. En lo que pensamos es en disfrutarlo».

Las navarras llegan a la cita tras completar una segunda vuelta inmaculada. Encajaron su última derrota precisamente en Ibaia y desde entonces cuentan sus partidos por victorias. Han pasado de parecer descartadas en la pelea por el play-off a jugárselo en estos dos últimos partidos. Algo que no les ha obsesionado y quizá ahí radique la clave de su escalada. «Nos daban un poco por eliminados. Pero hemos estado entrenando todos los días con ilusión. Sin obsesionarnos pero esperando que tropezasen los demás y trabajando con ilusión y sacrificio».

El Alavés, por el contrario, ha sido un candidato claro de la victoria desde el primer día. Aguantó primero al frente del cuarteto de cabeza, destacado siempre en un grupo con dos velocidades claramente diferenciadas, mantuvo después un duelo apasionante con el Eibar y pareció que lo tenía hecho cuando ganó a las azulgranas en Unbe hace un par de semanas. Pero los empates con Añorga y Athletic complican ahora un final de Liga que se preveía más tranquilo. Habrá que ver cuál de las dos situaciones incluye más mañana en la mentalidad de los equipos. «Yo creo que nosotras estamos más acostumbradas a jugar con la presión del liderato. Ellas han hecho una segunda vuelta perfecta pero creo que han sentido menos presión, menos obligación, y que este partido puede ser el primero en el que jueguen con esa presión fuerte del resultado».

Es evidente que la cabeza será fundamental aunque ambos equipos cuentan con experiencias recientes. El Alavés, el choque de Unbe y el último en Mendizorrotza; Osasuna, el que ganó al Eibar, también en El Sadar. Por eso Bakaikoa cree que «en ese sentido llegaremos en una situación similar. Ya hemos pasado ambos por algo parecido y será más fácil gestionarlo».

Ambos técnicos coinciden en augurar un encuentro abierto y emocionante. «Todas sus jugadoras tienen muchísima calidad. Aunque les valga, no creo que vengan a defender el 0-0 –destaca el míster rojillo–. Y nosotras necesitamos ganar... así que será abierto y espero que bonito». «Tenemos que aguantar el tirón inicial –afirma Basarrate– porque ellas van a salir a muerte. Y cuando se les acaben las fuerzas un poco, sacar a relucir nuestras virtudes. Pero depende cómo llegue el marcador al minuto 70-80, el partido se puede volver muy loco».