Investigarán, pero primero, aprueban. Abrirán un atestado, pero vaya por delante la conformidad con la actuación de la Ertzaintza: correcta. Para el Gobierno Vasco, todo correcto. Nada de balas de goma; ahora son de foam, que suena a algo blandito y cómodo hasta que te fulminan los huesos.

Dicho sea de paso, la intervención de su viceconsejero de Seguridad en un programa de EITB me ha traído a la mente aquél reviejo chiste de la época franquista: la Policía dispara al aire, lo que pasa es que la gente vuela. Cuarenta años después, Josu Zubiaga nos lo cuenta igual, salvando las alturas: la Ertzaintza dispara bajo, lo que pasa es que la gente se agacha. Con la gravedad de que no ha querido hacer un chiste inoportuno, ha querido que nos lo creamos.

En una cosa tienen razón: era un escenario de gran violencia. Porque cualquier expresión del fascismo, es violencia y un programa tan abiertamente fascista como el que se exhibía, es pura violencia.

Porque autorizar una actuación violenta para proteger al fascismo también es violencia. En cambio, acercarse a una persona a la que acaban de disparar a decirle «tú te lo has buscado», no sólo es violencia, es falta de ética, de responsabilidad, de vergüenza y la demostración de que cambiaron el material de los proyectiles, pero no hicieron nada con el de la mentalidad de quienes los disparan.