No sabría identificar si un rincón es la parte interna de una esquina, o simplemente los responsables de propaganda represiva del gobierno de Pedro Sánchez, a cargo del siempre aficionado a los perritos Grande-Marlasca, decidieron crear una imagen humillante para que los candidatos catalanes que la JEC permitió hablar a sus electores, eligieron ese rincón con la bandera de España, una mesa infamante y una toma única. Es de ir unas personas que no están condenadas ni inhabilitadas son presentadas como rehenes del ISIS españolista a punto de su ejecución judicial, mediática, penitenciaria, política y policial.

Ese rincón de la infamia política, ¿puede reportar votos a alguien? Aumentar la inquina contra los catalanes en general, en este caso a través de estas imágenes vergonzantes, pero vengativas, puede alimentar el voto fascista de PPox y Arrimadas en Catalunya, o simplemente sirve para que se hagan unas risas en los cuartos de banderas de los cuarteles y las guardias de las comisarías varias, tabernas y produce en la ciudadanía normal y de pensamiento democrático, una sensación de exageración impúdica, de una gestualidad política pornográfica.

Es una campaña electoral intoxicadora,  la más infame de los últimos tiempos, la que busca el voto emocional, irracional y en ningún caso se pide a base de propuestas positivas. Y es la campaña con más oportunistas en las candidaturas, el espectáculo buscado a base de fichajes. Recuerdo que cuando Juan José Cortés apareció en el lugar de los hechos de la caída y muerte del niño Julen en un pozo, todos le recriminamos su oportunismo y protagonismo. Ahora sabemos que estaba ya de campaña electoral. Un violento de confesión evangelista al servicio de la reacción. Un coro de ultras reconocibles. Todos al rincón.