LA discusión sobre los diferentes usos posibles del medio de montaña es eterna. La necesidad de conservar espacios naturales en su forma más prístina posible parece ser un hecho aceptado como concepto, otra cosa es cuando descendemos a detalles y casuística, que es cuando aparece una cierta y generalizada hipocresía. Así el músico Jovanotti tiene previsto la celebración de un concierto en la cima del Plan de Corones, un lugar privilegiado por su paisaje, a más de 2000m en Alto Adigio, Dolomitas, concierto que previsiblemente atraerá miles de personas. Las reacciones en contra no se han hecho esperar, siendo la de Reinhold Messner una de las más publicitadas. Curiosamente, el WWF no considera un grave riesgo el concierto si se hace todo con cuidado, cosa que corroboran los responsables de dicho espacio y la diatriba Jovanotti-Messner sigue su curso. No es el primer concierto que se celebra allí con multitudes, ya que en el año 1996 Zucchero reunió a 23.000 personas, en un lugar al que llegan en invierno ocho remontes con capacidad de 20.000 personas por hora y 13.000 en verano. Y además... la existencia allí de un “museo Messner” de la Montaña, construido por Zaha Hadid, ha duplicado el número de visitantes. Jovanotti replica a Rein- hold que allí se quiere mostrar una nueva manera de hacer las cosas, que hay un momento para todo, para el silencio y soledad que él dice preferir y para el «latido de pies que bailan en tierra desnuda estimulados por una correcta potencia musical» y que este «campo base» quedará de acuerdo a los criterios medioambientales actuales, bien lejos de la degradación de los campos bases de las montañas del Himalaya.