GARA Euskal Herriko egunkaria
EDITORIALA

En Euskal Herria hay base para retos más ambiciosos


Los resultados del domingo han vuelto a poner de manifiesto que la ciudadanía vasca vota de manera diferente a la del Estado. Ocurre también en Catalunya, donde el proceso soberanista y el juicio a sus dirigentes condiciona totalmente la actividad política. Tanto es así que si se restaran los resultados de ambas naciones de los del conjunto del Estado, la victoria en España hubiera correspondido al tripartito de la derecha.

Si en términos cuantitativos la movilización de la abstención en Euskal Herria ha sido muy similar a la del Estado, en términos cualitativos el voto se ha comportado de forma distinta. La amenaza de una victoria de la derecha en sus diferentes versiones ha activado la participación pero en una dirección muy concreta: la ciudadanía vasca ha dado preferencia a las opciones soberanistas. Tampoco es tan extraño puesto que la izquierda de obediencia estatal tiene muy poco crédito en este país. Las repetidas traiciones protagonizadas desde el 78 y la incapacidad mostrada en su versión más moderna –no ya para asaltar los cielos, sino para avanzar en la democratización del Estado– han inclinado la balanza hacia las fuerzas vascas.

En cuanto al asalto del «trifachito», los pobrísimos resultados obtenidos por todas sus marcas son en parte consecuencia de la nula contribución a este país, más allá de instrumentalizar el conflicto político para conseguir votos allende del Ebro. Nada han aportado a la normalización política, sino que han seguido echando gasolina a ver si algo prendía. En 2001 se vivió un asalto similar al Gobierno de Lakua de la mano de Mayor Oreja y Redondo Terreros que también se saldó con un tremendo fracaso.

Todos los fachas de este país ya se han retratado y la foto es clara: hacen mucho ruido pero son una franca minoría. Por otra parte, la movilización en clave nacional de muchos abstencionistas para enfrentar a los grandes desafíos del Estado invita a pensar que existe una amplia base para que Euskal Herria se lance hacia retos más ambiciosos.