Coincidencias
La educación democrática se sustenta en el respeto a todos los individuos por igual. Si algo parece obvio es un pecado de décadas que siempre se manifiesta de la manera más grosera, como es aplicar como una ley de las tablas de Moisés la presunción de inocencia para los chorizos de los partidos turnistas, las altas jerarquías de los poderes fácticos y los futbolistas y tonadilleras de élite. Para el resto, especialmente si son catalanes y vascos, o viceversa, dentro del ámbito del pensamiento independentista, eso se fulmina de inmediato. Por cierto, ¿qué ha sido de la familia Pujol y sus saqueos familiares? Por decir algo.
Las coincidencias en asuntos manejadas desde el ministerio del Interior y el Tribunal Supremo no acostumbran a ser metódicas, pero si sospechosamente oportunas. Josu Urrutikoetxea ha sido detenido a las puertas de un hospital francés y desde ese momento solamente el ministro en funciones y juez con perrito Grande Marlaska, ha pronunciado su nombre entero. Los demás, periodistas, políticos y demás seguidores del no-pensamiento lo han llamado Josu Ternera, lo dan como condenado, han sacado la máquina de fotocopiar informes pasados y rumores, olvidando, claro está, su labor importante en el proceso del cese de la lucha armada y posterior disolución de ETA. Esto no importa.
El chulesco juez Marchena y sus mariachis no saben cómo llamar la atención y convertirse en prevaricadores y anticonstitucionalistas, porque dejan ir a recoger el acta a los presos catalanes electos acompañados de escolta policial, les dejarán acudir al inicio de la sesión parlamentaria, pero no pueden dar ruedas de prensa, ni saludar a sus compañeros. Son inocentes según el reglamento jurídico. Pero no han robado nada y hay que escarmentarlos. Estos jueces tienen el gen autoritario inoculado desde siglos.