Amaia U. LASAGABASTER
FRANCIA 2019

Suecia se saca una espina

El triunfo ante Alemania, a la que no ganaba desde 1995, le mete en semifinales y da el último billete a los Juegos de Tokyo.

ALEMANIA 1

SUECIA 2


La «nueva» Alemania tampoco ha podido. Por segundo Mundial consecutivo, no pisará el podio y por segunda vez en su historia ni siquiera entrará en la pelea por las medallas, lo que además le impedirá defender en Tokyo su título olímpico. La última gran alegría de una selección que, como en la pasada Eurocopa, cae en cuartos de final.

También como entonces lo hace tras haber desperdiciado su ventaja. Si en Holanda fue Dinamarca la que le dejó con las ganas, ayer fue una Suecia que tenía muchas. No en vano llevaba esperando desde 1995 para derrotar a uno de sus rivales clásicos. Y, como las teutonas, se tenía que aferrar a la plata de Río como la única alegría de los últimos años. Ya se ha asegurado el billete para repetir participación en Tokyo y, por supuesto, para pelear por un podio en el que ha acabado en tres ocasiones, aunque nunca en el primer peldaño.

Alemania no sólo llegaba a la cita con las estadísticas a su favor, también con la sensación de que su trayectoria en Francia iba de menos a más, frente a una Suecia muy mejorada respecto a los últimos torneos y que había tenido que superar escollos más complicados para llegar a cuartos. Lo que parecía claro era que a las alemanas les iba a tocar manejar el balón y Martina Voss Tecklenburg, probablemente la seleccionadora que más alternativas de jugadoras y sistemas ha utilizado en estas tres semanas, lo asumió con una alineación «jugona».

Sus futbolistas respondieron con un muy buen, y bonito, arranque de partido. Su superioridad tuvo premio, con el buen gol de Magull recién cumplido el cuarto de hora. Poco les duró la alegría. Cinco minutos después, Sembrant enviaba un balón desde la defensa que, con las centrales teutonas despistadas, Jakobsson cruzó ante Schult para restablecer el empate. El partido empezaba de nuevo pero lo hizo de forma diferente. Alemania, quizá más insegura tras habe encajado su primer gol del torneo, ya no movía el balón con tanta facilidad ante un rival fortalecido que no dejó de inquietar a la contra y que convirtió a Schult en una de las mejores del choque.

Voss Tecklenburg aprovechó los problemas de Simon para retocar el equipo justo antes del descanso. Y no le bastó porque tras el paso por vestuarios dio entrada a Marozsàn, ausente desde que en el primer partido ante China se fracturara un dedo del pie. Pero ni el efecto psicológico de su regreso ni el nuevo cambio de piezas sobre el césped mejoraron a Alemania, que encajó el segundo cuando apenas habían transcurrido tres minutos de la reanudación.

La reacción alemana se encontró con un rival cómodo y muy venido arriba. Así su entrenadora volvió a cambiar de planes. La benjamina Oberdorf saltó al campo y Popp, en el pivote hasta entonces, subió al área a batirse con las centrales suecas y rastrear cualquier balón que pudiera llegar allí. Fueron poquitos y los más claros, nacidos en los pies de Marozsàn, los cabecearon fuera Oberdorf y Hegering, para alegría de Suecia.