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CICLISMO AMATEUR

Todo el año con la mente puesta en un solo día

Xabier Mikel Azparren destaca que planificó la temporada con Jorge Azanza con el objetivo de ganar el campeonato estatal contrarreloj. Cinco días antes su victoria en Castellón le dio una confianza especial.


Xabier Mikel Azparren (Donostia, 1999) ganó el viernes el campeonato de España contrarreloj sub’23 en Murcia tras vencer la semana anterior el Gervais y en la última etapa de Castellón. Explica que «al principio de temporada hablé con Jorge Azanza y pusimos ese gran objetivo. Era complicado, pero veíamos que trabajando bien y llevándolo con cariño era posible. Hemos estado todo el año para llegar a ese día en el mejor estado».

Está encantado en su primer año con el director de la Fundación Euskadi como preparador: «El equipo nos dio la opción de empezar a trabajar con él y me ha venido muy bien. La metodología es muy buena, se preocupa mucho por el corredor y he dado este año un salto de calidad».

Fue con la selección española a Gante y no le importa que su equipo no haya corrido toda la Copa de España: «Son carreras de mucho nivel que te dan un punto más, pero quería intentar ganar o verme adelante en el Euskaldun y el Lehendakari».

En Bidasoa se cayó en la primera etapa, en Nafarroa lo pasó mal con el calor, pero fue a más y estrenó su casillero en el Gervais: «Era otro de los objetivos, un gran test antes del campeonato para ver cómo estábamos. Soy especialista, pero ganar en una crono dura a Ibarguren, que está en un estado de forma espectacular, y Mujika, que anda mucho, me dio más confianza».

«Dar un paso adelante»

Y luego ganó en Castellón: «Antes de ir me reuní con mi director Mikel Gaztañaga y me dijo que era hora de dar un paso adelante, que tenía que intentar disputar carreras. El primer día perdí la opción de hacer la general, que quería disputarla. Fui a buscar la etapa y salió perfecto. Gazta me dijo que iba a llegar la fuga, que me tenía que meter y que había un repecho bueno para mí a 30-40 kilómetros. Se la jugó conmigo al 100%, seguí lo que me dijo, arrancamos allí, me tiré en una bajada para que me perdieran de vista y fue como una crono. Gazta me marcó todo, me llevó muy bien. Me conoce, sabe cómo exprimirme».

Entró en la fuga en el kilómetro 6, se quedó en solitario a falta de 40 y fue capaz de ganar con un puerto como el Desierto de las Palmas en el tramo final. «Este año cuesta arriba he mejorado bastante, he perdido peso y, si eres capaz de mantener los vatios, subes mejor. Empecé a subir con un minuto al pelotón, hice una buena subida y no me vi ganador hasta a falta de dos kilómetros. Pasé un momento muy malo, estaba seguro de que me pillaban y Gazta me decía que no, que le diera duro. Los dos últimos kilómetros fueron brutales. Esa sensación de ganar y levantar los brazos y celebrarlo es algo que un corredor necesita y no hacía desde el primer año junior. Y estoy muy orgulloso. Ser capaz de ganar cuando a falta de 16 kilómetros el pelotón me tenía a quince segundos me hizo creer más en mí y que sí puedo valer para ser corredor».

Y el viernes ganó la crono por delante de ciclistas del nivel de Martín Bouzas, campeón los dos años anteriores, que quedó a 24 segundos, Bennassar, Elosegui y Adriá: «Había un nivel brutal. Confiaba mucho en mis posibilidades y sacar esa ventaja es indicativo del nivel que tengo y de creérmelo porque he ganado a referentes en el campo amateur y es para estar muy orgulloso».

Azparren dedicó su triunfo a Javier Goenaga, antiguo presidente del Oriako fallecido mientras señalizaba la carrera amateur de Tolosa el lunes pasado, y a su compañero Xabier Berasategi, implicado en ese accidente: «Javier Goenaga ha sido una persona volcada en el mundo del ciclismo desde siempre. Son la gente que trabaja sin recibir nada a cambio y necesitas para que salgan corredores. Xabier Berasategi lo está pasando mal. Es una grandísima persona y verse en su situación es una de las cosas más duras que te pueden pasar. Estamos con él. Tuvo un impacto fuerte, una luxación de hombro, y lo peor es el mazazo moral, pero es un accidente y le puede pasar a cualquiera».

Sin prisas y agradecido a la Fundación

A sus 20 años habla con una madurez que atribuye a su padre Mikel, que fue corredor amateur y manager del Caja Rural, a Mikel Gaztañaga y a Jorge Azanza, cuyos consejos sigue a rajatabla. De cara al futuro no se obsesiona con pasar rápido a profesionales: «Tengo que hacerme más. Prefiero ir tranquilo y en el momento que me toque dar el salto quiero pasar bien y asentarme en la categoría. En el equipo estoy muy bien e igual tras el tercer año puedo tener alguna opción, ahora no».

Agradece el apoyo de la Fundación: «Tener un preparador como Jorge es algo brutal. Poder tener esa vía de salto al profesionalismo es un sueño. Es el equipo de casa y eso me motiva a entrenarme porque si haces bien las cosas ellos pueden darte la oportunidad. Al margen de la ayuda económica, estoy agradecido por el trato personal de todos los que forman la Fundación Euskadi. Tenemos las mejores bicis con Orbea, la mejor ropa con Etxeondo..., estamos como profesionales».

Ahora se marca el objetivo de disputar la próxima semana la general de la Vuelta a Zamora, algo que no hace desde su tercer puesto en la Vuelta a Gipuzkoa junior. Luego tendrá un parón y estaría encantado si es convocado al Tour del Porvenir.J.I.